Los policías anuncian protestas, los militares deslizan su descontento y los sindicatos de profesores y fabriles amenazan con ir a la huelga.
Varios sectores se movilizan en Bolivia contra los bajos salarios, en un clima de turbulencia social que el presidente Evo Morales busca desactivar.
Las movilizaciones se dan en varios frentes, pero con una característica común: se protesta contra un alza de 5% en los salarios estatales, anunciada la semana pasada por el Gobierno. En el caso de uniformados el alza es de solo 3%.
En ese contexto, los policías de bajo rango -de sargentos y cabos- tienen previsto salir esta semana a las calles a marchar, lo que provocó que el Ministerio de Gobierno advirtiera por anticipado drásticas sanciones. Al malestar general se suma la controversia por la decisión del Gobierno de Bolivia de nacionalizar algunas empresas extranjeras.
Ayer, Morales dijo que no pagará un solo centavo de compensación al grupo suizo Glencore por la nacionalización de su abandonada fundición de antimonio, en Oruro. AFP, Reuters