El cuerpo de la niña de cuatro años fue hallado el 13 de enero del 2021 en el río Arma, en Colombia. Foto: Policía de Colombia
Juan Carlos Galvis Duque terminó aceptando ante un juez que él es el responsable del secuestro y posterior feminicidio de María Ángel, de cuatro años. La menor fue raptada el sábado 9 de enero del 2021 y después ahogada en las aguas del río Arma, en Aguadas, Caldas, Colombia.
Galvis, de 21 años, desde el comienzo de las investigaciones fue el principal sospechoso de la desaparición de la pequeña. De hecho, fue capturado ese mismo sábado en Abejorral, Antioquia, con la hermana de María Ángel, de 18 meses.
El hombre sostuvo los primeros días del proceso que no sabía del paradero de la menor y negaba haberle causado la muerte.
Sin embargo, ante el hallazgo del cuerpo –el 13 de enero– aceptó su responsabilidad y les narró a las autoridades judiciales cómo fueron los hechos.
Tal como lo indicaron las investigaciones en el sitio y las posteriores declaraciones de la madre de la niña, Galvis Duque citó a Yenni Molina, la madre de María Ángel, y le pidió llevar a sus dos hijas para entregarles unos regalos.
La mujer, con quien el agresor sostuvo una relación sentimental en el pasado, se negó y dijo que iría con una de sus primas. Pero Galvis no aceptó argumentando que quería ver el rostro de las niñas cuando destaparan los obsequios.
Según los detalles del relato de la madre, caminaron unas 15 cuadras para llegar al sitio donde les entregaría los regalos y, después de vendarle los ojos, este la apuñaló y la lanzó con golpes por un despeñadero que conduce al río Arma.
“Mientras ella le rogaba que no les hiciera daño a sus hijas y que no las fuera a matar, el hombre presuntamente le lanzaba piedras. Cuando Galvis bajó con las niñas hasta el lugar donde quedó la mujer, ella fingió estar muerta”, relató la Fiscalía.
El hombre, quien vivía en Aguadas, Caldas, le dijo a la Fiscalía que estaba enceguecido por la ira que le produjo que la mujer le dijera que tenía una relación con otra persona, pero que aceptaba ser su amiga, y por eso quiso vengarse de ella.
También indicó que atravesó el río Arma con las niñas, por un tramo en donde el agua no le llegaba “ni a las rodillas”, con la intención de llegar al departamento de Antioquia, pero que en el trayecto la niña de 18 meses se le resbaló y casi se le cae, por lo que soltó a la mayor y ella se ahogó.
Sin embargo, la necropsia del cuerpo de la niña determinó que fue ahogada por su victimario.
“La muerte de la niña fue violenta, que tenía signos de maniobras para borrar todo lo que pudiera conducir a su identificación, marcas de haber sido inmovilizada y señales que demostraban que intentó defenderse.
Considerando la relación sentimental del imputado con la madre de las dos menores, la Fiscalía le imputó el cargo de feminicidio agravado por lo hecho contra la menor María Ángel Molina. Además, de tentativa de feminicidio, por las heridas causadas a la madre de la menor, y secuestro simple, por el rapto de la bebé de 18 meses, hermana de la niña asesinada.
Durante la audiencia en la que el hombre aceptó los cargos, el fiscal especializado del Gaula de la Seccional Caldas, quien lleva el caso, le informó a Galvis que el delito de feminicidio tiene un estimado de condena de entre 250 y 500 meses de prisión, según el Código Penal colombiano.
Por su parte, el juez le reiteró que no recibiría ningún beneficio por aceptar los cargos, pues esto no ocurrió dentro de los tiempos legales establecidos para que así se diera.