El presidente colombiano Iván Duque calificó el hecho como un “accidente”. Foto: Reuters
El ejército colombiano anunció este miércoles 22 de julio de 2020 el hallazgo de los dos cuerpos que faltaban por ser rescatados del siniestro aéreo que dejó 11 militares muertos en una zona selvática bajo influencia guerrillera.
El martes 21 de julio ya habían sido rescatados nueve cadáveres y con los dos localizados este miércoles el saldo definitivo es de 11 fallecidos y seis heridos por el desplome del aparato tipo Black Hawk ocurrido la víspera en un tramo del río Inírida, entre los departamentos de Guaviare y Vaupés.
Los últimos cadáveres fueron llevados al vecino municipio de Mitú, en el Vaupés, “donde se encuentran los cuerpos de sus compañeros”, antes de su traslado a Bogotá, indicó la institución castrense en un comunicado.
Aunque el presidente Iván Duque calificó el hecho como un “accidente”, el mando militar no ha determinado si la nave fue derribada o cayó de manera fortuita.
Según el ejército, la aeronave participaba en una acción en contra de las llamadas disidencias de las FARC – la otrora poderosa guerrilla que firmó la paz en 2016 – en una zona con presencia de narcocultivos.
Sin un mando unificado, las disidencias cuentan con por lo menos 2.300 integrantes que sobreviven en la guerra gracias al narcotráfico, la minería ilegal y una extensa red de apoyo, según inteligencia militar.
Aunque el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) redujo la violencia política en Colombia, el país aún vive un conflicto que en más de medio siglo ha enfrentado a guerrilleros, paramilitares, narcos y agentes del Estado, con un saldo de más de nueve millones de víctimas.