El Comando de la Fuerza de Tarea Vulcano detalló en un comunicado que el militar asesinado fue identificado como Pablo Emilio Borja García. Foto: Twitter
Un soldado del Ejército colombiano murió este viernes 12 de abril de 2019 al pisar una mina antipersona instalada por guerrilleros del ELN en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, informaron este viernes fuentes castrenses.
El Comando de la Fuerza de Tarea Vulcano detalló en un comunicado que el militar asesinado fue identificado como Pablo Emilio Borja García, quien cumplía labores de seguridad en un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los mayores del país, que pasa por el municipio de Convención, en el departamento de Norte de Santander.
La información añadió que luego de la explosión del artefacto “se activaron los protocolos de seguridad para ofrecer el apoyo médico (…) pero lamentablemente, como resultado de este atentado terrorista” el soldado profesional falleció debido a la gravedad de las heridas.
Según el Ejército “esta es una clara evidencia” de la forma en que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) “trasgrede y viola sistemáticamente los postulados del Derecho Internacional Humanitario (DIH)”.
Este hecho ocurre un día después de que el ELN anunciara un cese unilateral del fuego durante la Semana Santa que comenzará el próximo domingo 14.
Según un comunicado del ELN, publicado por el senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA) y “facilitador” de los diálogos de paz, el cese el fuego se prolongará hasta el domingo de Pascua, fecha en que concluye la Semana Santa.
Esta es la primera señal de paz enviada por esa guerrilla desde el pasado 17 de enero, cuando perpetró un atentado contra la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander en Bogotá, en el que murieron 22 policías, además del atacante.
En febrero pasado el ELN comenzó en Ecuador negociaciones de paz con el anterior Gobierno colombiano que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana donde la última ronda concluyó, a principios de agosto, sin avances.
El presidente de Colombia, Iván Duque, condicionó la continuidad de los diálogos a que el grupo guerrillero deje de secuestrar y libere a todas las personas que tiene en su poder.
Tras el atentado los diálogos quedaron en punto muerto y Duque pidió a Cuba entregar a los delegados del ELN que están en La Habana para las negociaciones, petición que no ha sido atendida por el Gobierno isleño.