El Municipio de Tumaco, ubicado en el suroeste de Colombia, vive un incremento de la violencia que deja en lo que va del año 88 muertos como consecuencia de la aparición de tres nuevas bandas criminales. Así lo aseguró ayer una fuente oficial.
“En Tumaco hace presencia la columna Daniel Aldana de las FARC que quiere desmovilizarse tras la firma del acuerdo de paz, pero hay tres grupos nuevos que buscan el control de las rutas de producción y comercialización del narcotráfico”, aseveró el secretario de Gobierno de la localidad, Edwin Palma.
Tumaco, ubicado en el departamento de Nariño, fronterizo con el Ecuador, es el segundo puerto en importancia del Pacífico colombiano e históricamente es azotado por la violencia de guerrillas y paramilitares que usan su estratégica ubicación como corredor para movilizar las drogas.
De acuerdo con el funcionario, el recrudecimiento de la violencia se presenta en especial en las zonas en donde hay cultivos ilícitos.
En estas áreas, explicó, “hay un incremento del 90 % del cultivo de coca entre 2014 y 2015”. De hecho, agregó, “se pasó de 8 600 a casi 17 000 hectáreas de coca, según cifras del Sistema de Información y Monitoreo contra Cultivos ilícitos (SIMCI), pero si uno habla con la comunidad, el reporte sería mucho más alto”.
El miedo de los pobladores ante los grupos armados hace que, incluso, limiten su movilización ante el establecimiento por parte de los delincuentes de horas de ingreso y salida de varias zonas.
“Existe confinamiento entre la comunidad que es algo más aterrador todavía. En el municipio se coarta un derecho tan fundamental como el de moverse libremente por el territorio. En este caso, en los barrios hay fronteras invisibles decretadas por los grupos armados”, precisó Palma.
Por su parte, el vicario Arnulfo Mina, de la Diócesis de Tumaco, indicó que la problemática se agudizó la semana pasada con la aparición de dos panfletos firmados por las bandas denominadas “Sicariatos del Pacífico” y “Gente del Orden”.
“Uno de esos panfletos dice hemos llegado al casco urbano con el fin de acabar con los milicianos y los colaboradores de las FARC”, manifestó el sacerdote.
Ante la crítica situación de orden público en el municipio, la alcaldesa de Tumaco, Emilsen Angulo, envió la semana pasada una carta al presidente Juan Manuel Santos en la que pedía atención urgente.
“El tema no es traer más presencia de fuerza pública sino que el Estado ponga sus ojos en el municipio, que venga con infraestructura, salud y proyectos integrales que den más oportunidades a la comunidad y que acabe con una cultura de dinero fácil que finalmente produce violencia e ilegalidad”, puntualizó Edwin Palma