Varias personas participaron en una marcha en contra de la legalización del aborto en Argentina. Foto: EFE
Integrantes del movimiento “pro vida” en Argentina se manifestaron el 30 de julio del 2018 ante la residencia presidencial en la periferia de Buenos Aires contra el proyecto de legalización del aborto que la próxima semana será sometido a votación en el Senado.
Convocada por el colectivo Unidad Provida, en la protesta los manifestantes reclamaron al presidente argentino, Mauricio Macri, que “cumpla con su palabra empeñada” de “defender la vida” ante el proyecto de ley, que se debatirá en el Senado el próximo 8 de agosto.
“El presidente es uno de los máximos responsables de que esta ley, que es una barbarie, se esté por votar en el Senado. Si queremos ayudar a las mujeres que están transitando un embarazo no deseado, no tenemos que cortar el hilo por lo más fino, que es por el bebé”, dijo a Efe Romina Ayala, portavoz de Unidad Provida.
Con pancartas, banderas argentina, pañuelos celestes y cánticos, miles de manifestantes exigieron además que el Poder Ejecutivo, muchos de cuyos miembros se han manifestado públicamente a favor de la legalización del aborto, no ejerza “presiones” sobre los legisladores que deberán expresar su voto en el debate en el Senado.
“Señor presidente, cumpla con su palabra”, señalaban varios carteles portados por los manifestantes, quienes recordaron que hace dos años, por ejemplo, al participar en el XI Congreso Eucarístico Nacional, en la norteña ciudad de San Miguel de Tucumán, fue el propio mandatario quien, en una plegaria pública, pidió poder “proteger la vida desde la concepción hasta la muerte”.
“El presidente Macri está borrando con el codo lo que escribió con la mano. Él mintió descaradamente y hay que hacérselo saber en las próximas elecciones, sobre todo los que lo votaron”, sostuvo Ayala.
Los manifestantes se mostraron enojados ante el hecho de que la iniciativa, impulsada sin éxito durante años por fuerzas de izquierda y grupos feministas, quedara habilitada este año para su debate en el Congreso a instancias del propio Macri, quien dejó en libertad de acción a los legisladores del conservador frente gobernante Cambiemos para tomar posición ante el proyecto.
Cuestionaron asimismo que el oficialismo habilitó la discusión parlamentaria pese a que en ningún momento la posibilidad de despenalizar el aborto formó parte de la plataforma electoral de Cambiemos de cara a las presidenciales de 2015, en las que Macri resultó vencedor.
“Es algo que Mauricio Macri no puso en su campaña. Nunca escuché que él hubiera hablado de contemplar una ley de aborto en Argentina. Entonces me sorprendió muchísimo”, dijo a Efe Marcela Gloria, una vecina de la localidad bonaerense de Tigre que acudió a la concentración ante la residencia presidencial.
El proyecto fue aprobado ya por la Cámara de Diputados, en una ajustada votación, el pasado 14 de junio, y la votación en el Senado se perfila igualmente reñida, con un puñado de legisladores que aún no han manifestado públicamente si están a favor o en contra de la iniciativa.
El Gobierno ha afirmado que, en caso de aprobarse la ley, Macri no vetará la norma.
Verónica Rea, de la organización Amar en Acción, dijo a Efe durante la movilización que, pese a saber que Macri no vetará la ley en caso de ser aprobada, han ido allí para “exigirle que cumpla su palabra”.
“Esperamos que cambie de opinión o que la ley no se apruebe directamente. Y queremos dejar claro que no vamos a votar nunca más a los políticos que sabemos que votaron a favor de la ley”, advirtió Rea, como muchos otros ciudadanos que prometen retirar todo apoyo en los comicios generales de 2019 a candidatos “pro aborto”.
Días atrás, Macri dijo en rueda de prensa que “lo importante” es que “algo que era tabú” ahora se “debate como corresponde”, “dentro del respeto y de entender la diversidad de visiones y visiones”.
“Yo lo abrí el debate porque realmente creo que Argentina tiene que hacerlo, es un camino al crecimiento, a saber ejercer nuestras libertades con responsabilidad”, señaló Macri.
La manifestación en Olivos tiene réplicas en otros países de Latinoamérica, como Perú, Venezuela, México, Colombia, Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, Ecuador, Uruguay, Guatemala y El Salvador, donde ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil realizan desde el 30 de julio del 2018 y hasta el 8 de agosto “pañuelazos” ante las embajadas argentinas en apoyo a la lucha “por las dos vidas”.
La manifestación regional, según sus organizadores, pretende “apoyar la lucha” de “una mayoría de la sociedad argentina que rechaza con creces este proyecto de ley y pide políticas superadoras”.