Originariamente, las ADF son rebeldes musulmanes ugandeses que se instalaron en 1995 en el este del actual Congo para efectuar ataques contra Kampala. Foto: Captura
Diez civiles murieron en la madrugada de este lunes 16 de diciembre de 2019 en un ataque del grupo armado Fuerzas Democráticas Armadas (ADF) en la región congoleña de Beni, al día siguiente de la masacre de 22 civiles, anunció el administrador del territorio.
“Los 22 cuerpos de Ntombi (muertos en la madrugada del domingo) todavía no han sido enterrados, y ya otros civiles han sido muertos en Kamango. Por el momento, diez cuerpos han sido trasladados a la morgue”, declaró a la AFP Donat Kibuana, administrador del territorio de Beni.
“Las ADF irrumpieron en Kamango por la noche. Mataron a civiles con machetes y armas de fuego. Por ahora hemos encontrado diez cuerpos, y también hay nueve heridos”, confirmó a la AFP Pascal Saambili, responsable de la jefatura de Watalinga. “La población está en desbandada”.
“Cuando llegaron los militares, los terroristas lanzaron la alerta de batirse en retirada y de abandonar Kamango”, en kiganda, una lengua hablada en Uganda, explicó a la AFP Faustin Basweki, presidente del comité de jóvenes de Kamango, uno de los testigos de la masacre.
“Estos ataques bárbaros están orquestados con el objetivo de romper la confianza de la población y desacreditar” a las tropas congoleñas que han lanzado operaciones contra las ADF, escribió la jefa de la Misión de Naciones Unidas en Congo (Monusco), Leila Zerrougui.
“La Monusco trabaja para identificar los riesgos y las personas dentro de las comunidades que permiten que continúen las masacres, en estrecha coordinación” con las fuerzas de seguridad congoleñas.
En Kamango, localidad ubicada a 15 kilómetros de la frontera con Uganda, Cascos azules patrullan junto a los militares congoleños.
Originariamente, las ADF son rebeldes musulmanes ugandeses que se instalaron en 1995 en el este del actual Congo para efectuar ataques contra Kampala.
Actualmente ya no llevan a cabo ataques contra la vecina Uganda y se han implantado entre la población congoleña. Están acusados de haber masacrado en la región de Beni a centenares de civiles desde octubre de 2014.