Corpos Stetic, Salud y Belleza, ese es el nombre de la clínica estética ubicada en Ibagué, a 200 km de Bogotá, Colombia, que fue clausurada por las autoridades de ese país luego de que se conocieran denuncias sobre la calidad de los procedimientos y la idoneidad de sus supuestos profesionales.
Debido a la gravedad de los hechos, la Secretaría de Salud, acompañada de la Policía y la Fiscalía de Colombia, visitó el lugar para constatar que incumplían con las medidas sanitarias.
Incluso, las primeras indagaciones señalan que el cirujano no estaba registrado en el sistema Rethus, el Registro de Talento Humano en Salud de ese país, y, al parecer, sería un mecánico de Cali.
“Los procedimientos me los hacían en carne viva, no me tomaban el pulso ni nada, como en las clínicas estéticas de verdad, no ponían suero, solo un líquido verde que me quemaba por dentro, y unos tarros donde depositaban la grasa que uno tiraba prácticamente”, aseguró una mujer identificada como Carolina, en charla con la emisora ‘Blu Radio’.
Ella fue una de las pacientes que alzó su voz ante la aparente ‘clínica de garaje’, pues se sometió a una cirugía que le provocó una fibrosis o exceso de tejido fibroso. Por tanto, debió acudir a tratamientos médicos para aliviarse.
Clausura por diez días
En la inspección del sitio se encontraron incumplimientos en el manejo de residuos, presencia de plagas, falta de esterilización de instrumentos, medicamentos sin registro sanitario, inexistencia de hojas de vida de profesionales y registro de equipos.
A grandes rasgos, no había ningún tipo de documentación o protocolos sanitarios requeridos por la Secretaría de Salud de esa ciudad.
Sin embargo, la clínica había sido habilitada hace un año y se está indagando qué habría pasado en este lapso de tiempo.
“Estamos protegiendo la salud y la vida de los ibaguereños. Hacemos un llamado a la ciudadanía a tener claro que este tipo de establecimientos ponen en riesgo la vida”, comentó Johana Aranda, secretaria de Salud, en una rueda de prensa.
Jóvenes, en su mayoría, eran los pacientes del lugar, de acuerdo con las autoridades.
La Secretaría de Gobierno y la Policía impusieron una clausura por diez días. Además, la Fiscalía inició investigación para establecer si el ciudadano Juan Pablo Montoya fungía, al parecer, como falso cirujano.
“Se da apertura a un proceso sancionatorio donde se va a respetar el debido proceso de los presuntos implicados. De llegarse a demostrar los incumplimientos de la norma de sanidad, se impondría una multa de hasta 32 SMDLV (más de un millón de pesos o USD 250)”, dijo Manuel Vargas, secretario (e).
La Policía insta a las personas a denunciar formalmente para “sacar de circulación al responsable e iniciar una persecución penal contra esas personas que ponen en riesgo la integridad física, la vida y el patrimonio económico”, puntualizó el coronel Alex Venegas.