Dos grupos de científicos preocupados por nueva variante de Nueva York

Integrante de un equipo médico toma una muestra para una prueba PCR.

Integrante de un equipo médico toma una muestra para una prueba PCR.

Integrante de un equipo médico toma una muestra para una prueba PCR. Foto: EFE

Una nueva cepa de coronavirus preocupa a dos grupos científicos de Nueva York, en Estados Unidos. Se trata de la variante del covid-19 B.1.526

Esta variante fue identificada por primera vez en noviembre del 202o y a mediados de febrero representa más del 12% de los casos de Nueva York y de otras partes del noreste de Estados Unidos, señaló el portal CNN.

Los investigadores han señalado que la variante aparece en personas afectadas en diversos vecindarios de la ciudad de Nueva York, y está "dispersa en el noreste".

Los virus mutan todo el tiempo, cuando más personas y más tiempo están infectadas, mayor será la probabilidad de que los virus cambien. El cuerpo de un paciente se cargará con miles de millones de copias de un virus y es posible que cambie ligeramente o mute, dijo a CNN el Dr. David Ho, director del Centro de Investigación del Sida Aaron Diamond en Columbia, quien dirigió uno de los equipos de estudio.

Los científicos observaron que una de las mutaciones en esta variante es la misma que apareció en Sudáfrica y se conoce como B.1.351. Lo preocupante, es que también parece evadir, en cierto modo, la respuesta del cuerpo a las vacunas. “Observamos un aumento constante en la tasa de detección desde finales de diciembre hasta mediados de febrero, con un aumento alarmante al 12,7% en las últimas dos semanas”, explicó el equipo del Centro Médico de la Universidad de Columbia en un informe que aún no se publica.

La mutación en esta variante encontrada que más preocupa a los investigadores se llama E484K y es la que le da al virus la capacidad de superar parte de la respuesta inmunitaria del cuerpo, así como los tratamientos autorizados con anticuerpos monoclonales. Los médicos afirman que esta mutación está apareciendo de forma independiente en muchos casos diferentes, pero también aparece en una variante en particular: la llamada B.1.526 o variante de Nueva York.

Dos diferentes equipos de investigadores se atribuyen el descubrimiento de la nueva variante. Un estudio es dirigido por un grupo de la Universidad de Tecnología de California (Caltech) y se publicó el martes 23 de febrero. El otro, realizado por investigadores de la Universidad de Columbia, aún no es público. Ninguno de los estudios ha sido examinado por expertos ni publicado en una revista científica. Pero los resultados consistentes sugieren que la propagación de la variante es real.

Los investigadores han comenzado a analizar el material genético del virus para ver cómo podría estar cambiando. Examinan secuencias genéticas de virus tomadas de una pequeña proporción de personas infectadas para trazar la aparición de nuevas versiones. Así, Caltech desarrolló una herramienta de software, llamada Base de Datos de Variantes (VDB, por sus siglas en inglés), para examinar rápidamente el panorama cambiante de las mutaciones.

El objetivo del diseño del programa de consultas VDB es proporcionar un medio rápido, ligero y natural para examinar el panorama de las mutaciones de SARS-CoV-2.

A través de este software, especialistas de esta casa de estudios detectaron las variantes en la región de Nueva York. Los conjuntos más comunes de mutaciones de esta cepa son L5F, T95I, D253G, E484K o S477N, D614G y A701V, y se detectaron en noviembre pasado. 

“El patrón general de mutaciones en este linaje sugiere que la misma surgió en parte en respuesta a la presión selectiva de los anticuerpos. Según las fechas de recolección de estos aislamientos, parece que la frecuencia del linaje B.1.526 ha aumentado rápidamente en Nueva York en las últimas semanas”, concluyeron los científicos de Caltech.

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