Fu Cong, jefe del departamento de control de armas del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, durante una conferencia de prensa celebrada en Pekín, China, el 8 de julio de 2020. Foto: Reuters
China rechazó el viernes 10 de julio del 2020 una nueva invitación de Washington para sumarse a las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre desarme nuclear, y lo acusó de “distorsionar” su posición sobre el tema.
Estadounidenses y rusos se reunieron a finales de junio en Viena para intentar prorrogar el tratado bilateral New START, adoptado en 2010 y que expira el 5 de febrero de 2021.
Pero Estados Unidos quiere incluir a China en las negociaciones ya que estima que su capacidad nuclear está en plena expansión.
Pekín se niega y subraya que su arsenal no tiene nada que ver con las capacidades nucleares de los otrora rivales de la Guerra Fría.
El miércoles, el ministerio chino de Relaciones Exteriores dijo estar abierto a las negociaciones, pero con la condición de que Washington reduzca drásticamente el número de ojivas nucleares, 18 veces superior al de Pekín.
“Les aseguro que si Estados Unidos está dispuesto a reducir su arsenal al nivel del chino, nosotros estaremos listos para participar en las negociaciones inmediatamente”, dijo Fu Cong, director general del servicio de control del armamento del gobierno chino.
El departamento de Estado norteamericano publicó al día siguiente un comunicado elogiando estas declaraciones e invitando de nuevo a Pekín a la mesa de conversaciones.
“Estados Unidos se congratula del compromiso de China para participar en las negociaciones de control de armamento”, indicó, sin mencionar la condición exigida por Pekín.
La respuesta china no se hizo esperar.
“Estados Unidos sigue molestando, e incluso distorsiona la posición de China”, criticó Zhao Lijian, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
“La posición de China, que se opone a estas supuestas negociaciones trilaterales, es totalmente clara. La parte estadounidense la conoce perfectamente”, añadió.