Varias personas muestran carteles en los que se lee “Yo soy Chalie” durante la protesta silenciosa convocada para condenar el ataque contra la sede del semanario satírico francés “Charlie Hebdo”, perpetrado por al menos dos individuos armados con kalashnikov, en Niza, Francia, el 7 de enero del 2015. Foto: EFE.
‘Je suis Charlie’, ‘Yo soy Charlie’ fue el lema que recorrió este miércoles el mundo en repulsa contra el ataque a la revista francesa Charlie Hebdo y el asesinato de 12 personas, 10 trabajadores y dos policías.
La masacre fue unánimemente condenada por líderes mundiales y motivó gestos de solidaridad de muchos medios de comunicación e intelectuales, además de manifestaciones espontáneas en ciudades como Londres, Berlín, Madrid o Bruselas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó el atentado de “horrendo” e “indignante”.
“Nuestros pensamientos y oraciones están (…) con el pueblo de Francia en este momento difícil”, dijo.
Su secretario de Estado, John Kerry, habló en francés y remarcó que los autores del ataque “se atrevieron a decir que Charlie Hebdo está muerto”.
“No se equivoquen: hoy y mañana, en Francia y en todo el mundo, la libertad de expresión que representó esta revista, más allá de los sentimientos de cada uno sobre ella, no puede apagarse”, sentenció Kerry.
Los autores del ataque al semanario satírico, que había recibido amenazas por reproducir las polémicas caricaturas de Mahoma originalmente publicadas en Dinamarca y que provocaron una tormenta en el mundo musulmán, concluyeron el ataque con gritos celebrando que Mahoma había sido vengado.
“Las religiones, como todas las otras ideas, merecen críticas, sátiras y sí, nuestra falta de respeto sin miedo”, dijo en un comunicado Salman Rushdie, autor de “Los versos satánicos”, una obra de 1988, por la que el líder iraní Ayatolá Jomeini puso precio a su cabeza.
El papa Francisco manifestó en un comunicado “su cercanía y solidaridad espiritual” con las víctimas y advirtió que ninguna razón justifica “la violencia abominable”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó un atentado “horrendo” e “injustificable”.
Ola de solidaridad
“Todos somos franceses”, dijo emocionado en Roma el jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi, al visitar la embajada de Francia.
Algunos medios reprodujeron de nuevo algunas de las viñetas polémicas y los dibujantes de decenas de diarios afilaron lápices para rendir homenaje a sus colegas franceses en sentidas viñetas.
El diario danés que publicó originalmente las viñetas, Jyllands-Posten, anunció que reforzaba la seguridad y la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, recordó la importancia de la prensa libre.
“La sociedad francesa, como la nuestra, es abierta, democrática y se basa en una prensa libre y crítica. Son valores enraizados en todos nosotros que hay que proteger”, explicó.
“Atacar una redacción con armas pesadas es el tipo de violencia que vemos en Irak, Somalia o Pakistán”, declaró ante la sede de la revista Christophe Deloire, secretario general de la organización internacional de defensa de la prensa Reporteros sin fronteras.
El gobierno español afirmó en un comunicado que España “apuesta hoy con más rotundidad que nunca por la libertad de prensa como un derecho fundamental e irrenunciable”.
El primer ministro británico, David Cameron, calificó de “nauseabundo” el ataque y su homóloga alemana Angela Merkel, que está en Londres, habló de un acto “abominable” contra “la libertad de prensa y de opinión, un fundamento de nuestra cultura libre y democrática” .
Vladimir Putin, presidente de Rusia, “condenó duramente este crimen cínico y confirmó su disposición a seguir con la cooperación activa en la batalla contra la amenaza del terrorismo”, según un comunicado del Kremlin.
En Latinoamérica, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, la presidenta argentina, Cristina Kirchner, y el colombiano, Juan Manuel Santos, manifestaron su solidaridad con las familias de las víctimas y con el pueblo francés.
Condenas del mundo musulmán
En los países musulmanes, la Liga Árabe habló de “acto terrorista” y la Universidad Al Azhar, principal autoridad del islam sunita, con sede también en El Cairo, dijo que “el islam condena toda violencia”. El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi también expresó su repulsa al atentado.
Catar, que ha sido acusada de dar apoyo a grupos yihadistas de Libia y Siria, afirmó que un ataque a “civiles desarmados contradice todos los principios morales y los valores humanos”.
Por su parte, el presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan condenó “con firmeza” el sangriento atentado, pidiendo que no se relaciones islam y violencia. También hubo comunicados de solidaridad de Arabia Saudita e Irán.
Mientras, el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, señaló que “Israel se identifica con Francia” y que “no hay que permitir al terrorismo y a los terroristas amenazar al mundo libre”.