Agencia EFE
La muerte del papa Francisco abre un escenario decisivo en el Vaticano.
El próximo cónclave enfrentará a corrientes progresistas y conservadoras en la Iglesia Católica, que buscan definir su futuro a través de la elección de un nuevo pontífice.
Son 133 cardenales electores, que tienen menos de 80 años. Entre ellos está el ecuatoriano, Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil y nacido en Azogues.
En medio de este contexto, surgen 12 nombres de cardenales, conocidos como “papables”, que representan diferentes visiones y trayectorias dentro de la Iglesia.
Desde figuras moderadas hasta defensores de posiciones firmes, estos candidatos son clave para entender hacia dónde se encaminará la fe católica en el siglo XXI.
El cónclave deberé celebrarse entre el 5 y el 10 del mayo, para respetar el plazo máximo de 20 días tras la muerte del pontífice.
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Pietro Parolin: diplomacia vaticana
Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, es uno de los favoritos en las quinielas vaticanas.
Con 70 años, se destaca como un hombre de consenso, difícil de encasillar entre progresistas y conservadores.
Su perfil diplomático ha sido fundamental para acercar la Santa Sede a China, además de poseer un profundo conocimiento de Oriente y Latinoamérica.
Su habilidad para unir a diferentes sectores de la Iglesia Católica lo posiciona como una opción moderada para liderar el papado.
Matteo Maria Zuppi: la opción progresista
El cardenal italiano Matteo Maria Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, es una figura clave entre los progresistas.
Con 69 años, su enfoque en los desfavorecidos y migrantes lo asemeja al estilo pastoral del papa Francisco.
Cercano a la comunidad de San Egidio, Zuppi representa una Iglesia Católica abierta al diálogo social, con una fuerte presencia en temas de justicia y paz.
Luis Antonio Tagle: el rostro de Asia
Luis Antonio Tagle, cardenal filipino de 67 años, lidera la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Su origen asiático y su conexión con la Curia Romana lo convierten en una figura atractiva para un papado con visión global.
Aunque se le considera progresista, ha mantenido posturas firmes contra el aborto y la eutanasia, equilibrando su imagen ante los cardenales conservadores.
Jean-Marc Aveline: defensor del diálogo interreligioso
El arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, de 66 años, es conocido por su compromiso con las migraciones y el diálogo interreligioso.
Inspirado por las periferias, ha ganado relevancia tras lograr que Francisco visitara Marsella.
Su perfil cultural y pastoral lo acerca al estilo inicial del papa argentino, aunque su edad podría jugar en su contra ante el Colegio Cardenalicio.
Pierbattista Pizzaballa: una voz internacional
El patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, con 59 años, es visto como una apuesta por un papa internacional.
Ha mostrado una postura equilibrada en el conflicto de Gaza e Israel, destacando por su cercanía tanto con los palestinos como con las autoridades israelíes.
Su juventud y ciertas indefiniciones doctrinales podrían ser factores decisivos en el cónclave.
Péter Erdö: la fuerza conservadora
Péter Erdö, arzobispo de Budapest, de 72 años, es un fuerte candidato del ala conservadora. Proveniente de una Europa marcada por el comunismo, defiende el celibato sacerdotal, se opone al aborto y a las uniones homosexuales.
Su relación con el gobierno húngaro de Viktor Orbán podría ser un punto de controversia, aunque es valorado por su intelecto y firmeza doctrinal.
Anders Arborelius: el cardenal converso
Desde Estocolmo, Anders Arborelius, de 75 años, destaca como el primer cardenal sueco y un firme defensor de la doctrina tradicional.
En una sociedad profundamente secular, su compromiso con la fe católica es notable.
Se opone a la ordenación de mujeres y a las bendiciones de parejas del mismo sexo, aunque respalda la acogida de migrantes, en línea con la postura de Francisco.
Mario Grech: equilibrista de la sinodalidad
Mario Grech, obispo maltés de 68 años, ha liderado el Sínodo de la Sinodalidad en los últimos años.
Su capacidad para escuchar tanto a progresistas como a conservadores lo ha posicionado como un puente dentro de la Iglesia.
Conoce de cerca a todos los cardenales, lo que podría favorecer su elección en busca de una Iglesia Católica unificada.
Malcolm Ranjith: el cardenal multilingüe
El arzobispo de Colombo, Malcolm Ranjith, de 77 años, es un defensor de la liturgia tradicional y un líder con amplia experiencia en la Curia Romana.
Habla diez idiomas y ha mantenido una postura cercana a Benedicto XVI, sin perder el enfoque en la pobreza y los más necesitados en Sri Lanka.
Representa la fuerza del catolicismo en el sur global.
Fridolin Ambongo Besungu: la voz africana
Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, de 65 años, es la figura más relevante de África en el Vaticano.
Miembro del consejo de Cardenales creado por Francisco, ha expresado su oposición a las bendiciones a parejas homosexuales.
Su liderazgo en el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar lo convierte en una figura influyente, aunque un papa africano aún parece una posibilidad lejana.
Robert Francis Prevost: la opción americana
Robert Francis Prevost, prefecto del dicasterio para los obispos, de 69 años, es originario de Chicago.
Encargado de asesorar al papa en nombramientos, también lidera la Comisión Pontificia para América Latina.
Su experiencia administrativa y conexión con el continente americano lo posicionan como una opción viable tanto para conservadores como moderados.
Timothy Dolan: conservadurismo norteamericano
El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, es un firme opositor al aborto y defensor de la doctrina tradicional.
Su actitud crítica hacia las políticas antimigrantes de Donald Trump le ha ganado apoyo entre sectores moderados.
Su nombre ya fue considerado en el anterior cónclave, lo que podría influir en las decisiones del próximo cónclave papal.