Lee Jun-seok, capitán del ferry Sewol hundido frente a las costas surcoreanas, se puso a salvo en la primera embarcación de socorro llegada al lugar de la tragedia, 30 minutos después del pedido de ayuda. Lo dijo la televisión pública Kbs.
Según el reporte, a gran parte de la tripulación le fue ordenado abandonar la nave a pesar de que cientos de pasajeros estaban aún a bordo.
Sobre las causas del accidente no hay versiones oficiales: sólo las hipótesis de un violento impacto contra una barrera rocosa, una explosión a bordo y un imprevisto cambio en la ruta de la nave.
De todos modos, la gestión inmediata de parte de la tripulación es dudosa. Según los testimonios de los supervivientes, la primera orden fue ponerse los chalecos salvavidas, quedarse tranquilos en las cabinas y no salir a los puentes, tal vez por la convicción de poder estabilizar la nave en vista de un hundimiento más lento y regular.
Pero la inclinación sobre el lado izquierdo aceleró el proceso, que terminó en apenas dos horas, y muchos pasajeros ya no pudieron hallar una vía de salida porque no podían sujetarse ante una inclinación cada vez más rápida.
La mayoría de los 287 pasajeros desaparecidos sigen atrapados dentro del trasbordador.
[[OBJECT]]