Con el tronar de un cañonazo y de fuegos artificiales, el gobierno venezolano rendía homenaje este miércoles, 5 de marzo, al fallecido mandatario Hugo Chávez en el cuartel donde reposan sus restos, mientras opositores protestaban y hacían un ‘cacerolazo’ en el este de Caracas.
A las 1625 locales (2055 GMT), la hora a la que murió Chávez, tronó un cañonazo en el Cuartel de la Montaña, en una ceremonia encabezada por el presidente Nicolás Maduro y a la que acudieron varios líderes latinoamericanos y centenas de simpatizantes chavistas. “El legado que nos deja con seguridad es inalcanzable, inolvidable, y además de eso esa obra será por siempre y para siempre”, dijo el presidente boliviano Evo Morales, en un breve discurso al inicio de la ceremonia.
“Qué privilegio que estoy aquí adentro!”, dijo sonriente Graciela Ramos, de 53 años, al dejar atrás a la carrera a otros chavistas que no alcanzaron entrar al Cuartel, donde Chávez planificó en 1992 el fallido golpe de estado contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, un hecho que lo catapultó a la vida política venezolana.
“A un año de la partida del comandante quiero acompañarlo aquí y en cada momento”, afirmó la mujer, mientras a las afueras del Cuartel, otras personas llevaban pancartas con el rostro o los ojos del líder venezolano.
“Eres inolvidable”, se lee en una que sostiene Maricarmen Pérez, que desde lo lejos grita: “porque no lo vamos a olvidar nunca”.
En las azoteas de edificios de la barriada 23 de enero, considerado un bastión chavista en el oeste de la capital y donde se ubica el Cuartel, miembros de los colectivos chavistas (grupos armados ilegales) lanzaban fuegos artificales y ráfagas de disparos al aire para sumarse a la conmemoración, mientras otros mantenían en alto el pabellón venezolano.
“Comandante chavez vivirá siempre”, se leía en una edificación, que llevaba inscrito en la parte alta “Colectivo Salvador Allende” en letras rojas, el color que identifica el chavismo.
Mientras en el este de la capital, el estruendo de fuegos artificiales que se sumaban a los actos de conmemoración a Chávez se mezclaban con el de un sonoro y multitudinario cacelorazo, modo en el que los opositores al gobierno expresan su protesta a los actos oficiales.
La plaza Altamira, en el opositor distrito de Chacao, volvió a ser escenario de enfrentamientos entre unos 500 estudiantes radicales y las fuerzas de seguridad, que usó gases lacrimógenos y perdigones para dispersarlos.
Más temprano, en varios sectores de la ciudad manifestantes colocaron barricadas y por la tarde grupos de estudiantes se concentraron en una plaza y marcharon por Chacao, un barrio acomodado del este de Caracas.
Los actos conmemorativos se realizan en un contexto de tensión generado tras un mes de protestas estudiantiles y opositoras por la inseguridad y la creciente crisis económica del gobierno de Maduro, heredero de Chávez, y que han dejado 18 muertos y más de 260 heridos.