Al menos un millón de inmigrantes indocumentados vive en Gran Bretaña. Esa cifra pudiera duplicarse si el Partido Liberal Democrático pone en marcha una amnistía, en caso de ganar las elecciones generales del 6 de mayo próximo, según un informe del grupo conservador MigrationWatch.
El reporte advirtió que la amnistía propuesta por la agrupación de Nick Clegg elevaría el total de inmigrantes indocumentados a 2,2 millones.
Según el partido de Clegg, la amnistía beneficiaría a aquellos inmigrantes indocumentados que residen desde hace más de 10 años en el país, que hablan correctamente el inglés, pagan sus impuestos y no tienen antecedentes criminales.
El estudio de MigrationWatch, un ‘think-tank’ que hace campaña para controles más estrictos a la inmigración, actualizó estudios previos elaborados por el Ministerio del Interior británico y por la Alcaldía de Londres. Según el reporte, serían 60 000 los inmigrantes que permanecen en el país más que lo permitido en sus visas, y no 10 000 como había indicado el Gobierno.
Frank Field, ex ministro laborista de Bienestar Social y copresidente del Comité parlamentario sobre Inmigración Balanceada, elogió las conclusiones del informe. “Estas son algunas de las cifras de inmigración que ninguno de los tres principales partidos políticos quiso publicar antes de las elecciones y demuestra el peligro de la propuesta de los liberales democráticos al ofrecer una amnistía”.
En el 2009, el influyente London School of Economics (LSE) publicó un informe sobre inmigración en el que sostuvo que el número de falsos solicitantes de asilo en el país trepó a 219 000, en tanto que al menos 50 000 extranjeros sobrepasaron el límite de sus visas.
Nick Clegg, cuyo partido mejoró notablemente en los sondeos de opinión, defendió ayer su plan para otorgar amnistía a todos los inmigrantes indocumentados que vivan más de 10 años en el país. Clegg declaró que su propuesta inmigratoria “es una solución de una vez a un problema único”.
Tras ser preguntado cómo controlará la inmigración, Clegg afirmó que el sistema que propone ha funcionado bien en países como Australia y Canadá.
Durante su entrevista para la BBC, dijo además que es “absurdo” que el Laborismo mantenga a su candidato, el primer ministro británico Gordon Brown, en el número 10 de Downing Street si queda en el tercer puesto en las elecciones.