La campaña para la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas del próximo domingo 7 de julio de 2024 concluyó. Esto ante la ante la previsible victoria de la ultraderecha de Marine Le Pen.
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Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional
Fue una campaña relámpago, que comenzó hace algo menos de dos semanas. Apenas ocho días después de que el presidente Emmanuel Macron disolviera la Asamblea Nacional y convocara inesperadamente los comicios tras la dura derrota sufrida por su partido en las elecciones europeas del 9 de junio.
Todos los sondeos de intención de voto coinciden en una holgada victoria de Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. Algunos incluso apuntan la posibilidad de que supere los 289 diputados que marcan la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Así lo apunta un sondeo de Elabe divulgado este viernes. Atribuye al RN entre 260 y 295 diputados tras las segunda vuelta del 7 de julio. Incluso con una ligera mejora en votos, hasta el 36 % en la primera vuelta.
El sondeo da al Frente Popular de izquierda un 27,5 % de los votos (155-175 escaños) y un 20 % a la coalición macronista de centroderecha (75-105 legisladores).
Las posibilidades que se manejan, en caso de victoria del RN sin mayoría absoluta, son dos, la primera de ellas un Gobierno ultraderechista en minoría y en una inestable cohabitación con el presidente Emmanuel Macron.
El presidente del RN y candidato a primer ministro, Jordan Bardella, señaló que no desea gobernar si no tiene el control total de la Asamblea Nacional, ya que no podría el poder para implementar sus programa.
La segunda posibilidad es que el resto de fuerzas se unan para crear una mayoría de gobierno provisional que acuerde una alternativa mínima. “Hacer avanzar al país de forma mínima”, como lo definió el expresidente socialista François Hollande (2012-2017), que es candidato a diputado.
La Constitución francesa estipula que las elecciones a la Asamblea Nacional solo pueden repetirse al cabo de un año. Esta segunda opción permitiría llevar los asuntos corrientes durante ese período.
El exprimer ministro socialista Manuel Valls, que dejó el partido hace años, advirtió que esa opción, “un gobierno que solo existe para impedir la victoria de la extrema derecha, le dará mucha fuerza a la propia extrema derecha”.
Mientras tanto, miles de candidatos recorrieron hoy por último día las calles de las 577 circunscripciones en busca de los últimos votos que pudieran conseguir.
Marine Le Pen
La líder del RN, Marine Le Pen, tuvo que dedicar buena parte de la jornada a tratar de arreglar el hecho de discriminar a los franceses que tienen la nacionalidad de otro país.
También buscaba votos la franco-chilena Raquel Garrido, diputada saliente y candidata independiente de izquierda, que recorrió un mercado en Drancy.
Garrido insistía a los votantes para eludir las disputas entre las distintas familias de la izquierda, porque la extrema derecha “está a las puertas del poder”.
El primer ministro, Gabriel Attal, se mostró convencido en Lyon de que, a pesar de las encuestas en contra, “muchos franceses dicen que no quieren elegir entre la Agrupación Nacional y La Francia Insumisa”. El partido más a la izquierda del Frente Popular y al que el Gobierno utiliza como espantajo.
El diario Le Monde pidió una movilización de “todos los demócratas auténticos”. Buscan “frenar a la Agrupación Nacional“. El riesgo es que si llega al poder “se corre el riesgo de ver cómo se deshace, poco a poco, lo que se ha construido y conquistado en más de dos siglos y medio”, según Jérôme Fenoglio, en un editorial.