La Policía española detuvo a seis supuestos miembros de un grupo criminal, de origen argentino, colombiano y marroquí, algunos con antecedentes policiales. Atraía a España a sus víctimas con falsas promesas de trabajo y las obligaba a ejercer la prostitución en un local ubicado en las islas Baleares (Mediterráneo).
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La investigación arrancó hace 10 meses, cuando una persona acudió a comisaría para denunciar que era explotada laboralmente, informó la Policía en un comunicado.
La víctima contrajo una supuesta deuda con la pareja considerada líder de la organización, que pagó sus vuelos desde su país de origen a la isla española de Mallorca. Allí le ofrecieron un trabajo bien remunerado como cocinero.
Jornadas de trabajo sin descanso y sin remuneración
El denunciante comprobó a su llegada que dicho trabajo no existía. Fue obligado a trabajar en diversos oficios y bajo amenazas, en jornadas de 17 horas diarias, sin descanso y sin recibir remuneración alguna.
La investigación condujo a los agentes hasta un local en la localidad mallorquina de Manacor. Allí enconraron a 10 mujeres que vivían y trabajaban en el establecimiento ejerciendo la prostitución en situación de insalubridad e inseguridad. Ocurrió después de viajar a España con falsas promesas de trabajo o empujadas por necesidades económicas.
Detenidos se quedaban con ganancias
Los ahora detenidos se quedaban con un porcentaje de las ganancias de las mujeres que podían llegar al 40 %. Les cobraban un alquiler por residir en las habitaciones del local y varias de ellas eran coaccionadas a prostituirse bajo amenaza de sanciones económicas o la expulsión del establecimiento.
El local quedó clausurado de forma cautelar, mientras que los detenidos pasaron a disposición judicial acusados de múltiples delitos y tres de ellos ingresaron en prisión.