Ivonne Guzmán,
Editora de Siete Días
Contrario a lo que él cree, Emilio Butragueño no ha dejado de aplicar su afamado ‘amague neutro’ (esa capacidad suya de quedarse quieto con la pelota en sus pies, mientras el contrincante se desconcierta sin saber qué hacer con su quietud, y bajo el efecto de una especie de hipnosis, finalmente, deja hacer a Butragueño lo que él quiera).Esta es quizá la imagen que mejor describe la entrevista con Butragueño a las 08:30 del martes pasado, en su hotel.
La leyenda viva del fútbol español y mundial (no en vano está en el exclusivísimo club de los 123 mejores de la historia de la FIFA) hizo un alto a su desayuno y, amable y formal como es, destinó algunos minutos a esta conversación, durante la cual sonrío no más de tres veces -cuando salieron a colación su esposa Sonia, sus tres hijos y el Real Madrid-. Punto. Y a lo que vinimos, porque, como dijo casi al final de la sesión fotográfica, mientras sacaba del bolsillo de su chaqueta impecable un teléfono para consultar la hora: “Andamos regular de tiempo”.
Así nos anunció que era hora de irnos, con la misma diplomacia y serenidad que reinó durante toda la entrevista. Butragueño siempre hablando desde su quietud…
En la vida, ¿qué evento sería el equivalente al Mundial en el fútbol?
(Se queda pensando) Pues en el ámbito profesional sería lo que sea más relevante y en el privado también.
¿Para usted qué es lo más relevante?
Todo lo relativo a mi familia.
Hablando fuera del fútbol, ¿qué es ser el mejor?
Siempre cuando se habla del mejor, parece que estás haciendo una comparación con los demás.
Ah, no le gustan las comparaciones’
Es que el mejor yo creo que es aquel capaz de hacer algo distinto. Y normalmente también tiene relación directa con el talento.
¿Cree que es igual en el fútbol que en la vida?
Vamos a ver, el fútbol es tan público que es relativamente sencillo hacer comparaciones, en la vida es más difícil. Cómo puedes decir quién es el mejor en marketing, por ejemplo.
O el mejor papá’
Es difícil meterse ahí. Yo creo que lo que hay que intentar es ser bueno.
Fuera de la cancha, ¿cuál es el equivalente a su mejor gol?
Haberme casado con mi mujer.
Dígame tres cosas que sirvan en el fútbol y que aplican perfectamente a cualquier otro ámbito.
A ver, partiendo de la base de que yo considero que lo más importante en una persona, sea que esta juegue fútbol o no, son los valores, creo que me quedaría con la humildad, el afán de superación y la confianza en uno mismo.
¿Cuál de ellos ha estado más marcado en usted?
El afán de superación.
¿Por eso volvió a intentar entrar al Real Madrid, pese a que la primera vez no fue aceptado y aunque ya el Atlético de Madrid lo quería fichar?
Sí, pero también porque yo era hincha del Real Madrid.
¿No soportaba la idea de irse a jugar al equipo rival?
No, no es que no lo soportaba, sino que lo que realmente quería era jugar en mi equipo.
¿Cuándo se ha valido de su famoso ‘amague neutro’ fuera de la cancha?
Vamos a ver, no sé… Es verdad que esa era mi característica, pero fuera del terreno de juego, probablemente no he encontrado donde aplicarla.
Para estar en este club de los mejores de la FIFA, ¿qué se necesita más: pasión, estrategia o talento?
Lo primero, sin duda, es talento. Pero sin sacrificio, sin trabajo, sin humildad es imposible conseguir algo en la vida.
¿Cómo logró que nunca le sacaran una tarjeta roja?
No soy conflictivo. Yo desdramatizo y relativizo la vida. Si uno empieza a ver todo con perspectiva, se da cuenta de que casi nada es tan importante.
En cinco días comienza el Mundial, juguemos a describir algunas selecciones con una palabra. Comencemos con España.
Alegría, fantasía, aventura.
Brasil.
Es que Brasil es el fútbol.
Argentina.
La competitividad
Alemania.
Fortaleza
Inglaterra.
Historia
Costa de Marfil.
El futuro. África en general representa el futuro, todos están esperando que en algún momento una selección africana esté disputando los primeros puestos.