El gobierno brasileño anunció hoy, 22 de mayo, un recorte de gastos de 69 946 millones de reales (unos 21 588 millones de dólares al cambio de hoy), con el cual se pretende retomar el crecimiento económico y recuperar el equilibrio fiscal. “Para que la economía se recupere, para que el crecimiento se recupere, es necesario hacer un esfuerzo de equilibrio fiscal.
Fue necesario bloquear 69,9 millones de reales para alcanzar la meta de superávit primario fijado por el gobierno federal para este año”, dijo al momento del anuncio el ministro de Planificación, Presupuesto y Gestión, Nelson Barbosa.
La meta fiscal del gobierno es alcanzar este año un superávit primario de 66 300 millones de reales (unos 20 400 millones de dólares). En 2014, el sector público registró un déficit de 32 500 millones de reales (unos 10 000 millones de dólares), en lo que fue el primer saldo negativo de las cuentas públicas en 13 años.
El monto que se pretende ahorrar equivalía al 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. No obstante, como el gobierno tuvo que reducir de 0,9 a 1,2 la estimativa de encogimiento del PIB para este año, los recursos bloqueados equivalen ahora al 1,1 por ciento del PIB. De confirmarse esa contracción del PIB, será la peor en 25 años.
El recorte anunciado afectará especialmente al Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), marca registrada de los gobiernos de la presidenta Dilma Rousseff y su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva.
Los recursos destinados al PAC -que incluye entre otros proyectos obras de infraestructura- serán reducidos este año en 25 700 millones de reales (unos 7 932 millones de dólares). Asociado al PAC está el emblemático programa impulsado por Rousseff “Mi casa, mi vida”, el cual facilita el acceso a vivienda propia a la población de bajos recursos y fue una de las banderas de su primer mandato.
El recorte en este programa será de 6 900 millones de reales (unos 2 129 millones de dólares). Según Barbosa, los recursos que serán destinados al programa pese al recorte, los cuales rondan los 40 500 millones de reales (unos 12 500 millones de dólares), serán suficientes para construir 1,6 millones de viviendas cuyas obras ya fueron contratadas.
El ministro aclaró además que los valores autorizados para realizar obras este año permitirán que se continúe con algunos emprendimientos considerados prioritarios por el Ejecutivo, como lo son los vinculadas a ferrovías y carreteras, entre otros.
“La inversión está siendo priorizada, en lo posible, así como se está priorizando en el costeo (de servicios públicos). El costeo en salud y educación es el principal servicio del Estado a la población”, afirmó. El sector más afectado por los recortes, después del PAC, fueron las partidas parlamentarias, que son los recursos que el gobierno federal destina a las gobernaciones regionales, y que fueron reducidas en 21 400 millones de reales (unos 6 600 millones de dólares).
En tanto, los ministerios que sufrirán mayores recortes son los de Ciudades (unos 5 300 millones de dólares), Salud (unos 4 640 millones de dólares) y Educación (unos 2 900 millones de dólares).
Según medios de prensa, el equipo económico del gobierno, comandado por el titular de Hacienda, Joaquim Levy -quien no participó en el anuncio por estar con gripe- buscó aplicar el mayor recorte de gastos posible para compensar las alteraciones que el Congreso ha realizado -y promete seguir realizando- a otras medidas destinadas a reequilibrar las cuentas públicas. Dichas alteraciones han reducido el ahorro previsto por el Ejecutivo.
Las iniciativas más resistidas por los parlamentarios, incluso por algunos del PT y sus aliados, son las que endurecen las condiciones de acceso a beneficios sociales, como seguro de desempleo y pensiones por viudez, entre otros. Además de recortar gastos y reducir beneficios sociales, el gobierno busca aumentar sus ingresos mediante el aumento de impuestos.
En tal sentido, se anunció hoy el aumento de 15 a 20% del impuesto que pesa sobre las ganancias de los bancos, que ha sido hasta ahora el sector menos afectado por la crisis económica.
Con la iniciativa, que según analistas le generará al gobierno ingresos adicionales de entre 3 000 y 4 000 millones de reales (entre 1 000 y 1 300 millones de dólares) por año, se pretende compensar pérdidas de recaudación fiscal causadas por el bajo crecimiento económico del país.
El ajuste fiscal impulsado por Rousseff recibió hoy el apoyo de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien afirmó que el país sudamericano está “en la dirección correcta”.