Boulevard Rothschild, el corazón de Tel Aviv que nunca duerme

Miami, Barcelona y Nueva York en un mismo sitio, el Boulevard Rothschild

El corazón de Tel Aviv, la "ciudad que nunca duerme", una mezcla entre Miami, Barcelona y Nueva York, late en la más famosa de sus avenidas, el Boulevard Rothschild.
Allí, a cualquier hora, es posible encontrar decenas de restaurantes, pubs, locales nocturnos, hoteles boutique, canchas de petanque (juego de bochas), instalaciones artísticas y "pop up shops" (negocios temporarios).
Todos se asoman, junto con los imponentes rascacielos, sobre la espléndida avenida arbolada, con ciclovía incluida, que corre desde el sur -comenzando en el barrio bohemio de Neve Tzedek- hacia el norte, desembocando en la que muchos consideran la más bella plaza de la ciudad, la Kikar Habima, donde tiene sede el teatro nacional.
No es una casualidad que "Rothschild" -como se lo llama familiarmente, y que se jacta de tener algunos de los más famosos edificios Bauhaus de la ciudad- sea el corazón de todas las manifestaciones "trendy" en Tel Aviv.
Una de las principales es la 11a. edición de la Noche Blanca, o Laila Lavan, programada para el 26 de junio. Sin olvidar el Gay Pride que se realizará unos días antes, el 13 de junio: en las decenas de variopintos asientos de la avenida muchos habrá una multitud lista para el lanzamiento de manifestaciones que se consideran entre las más importantes de su tipo en el mundo.
Además Tel Aviv, la "Colina de la Primavera", Patrimonio de la Humanidad desde 2004 para la Unesco, nació y se desarrolló precisamente en torno a Rothschild, hace poco más de un siglo.
Una síntesis inextricable de historia y sociedad, que hace del famoso boulevard un punto de atracción irresistible. Allí surge el el Independence Hall, donde en 1948 Ben Gurion proclamó el nacimiento del Estado de Israel.
Pero también se encuentra el más "trendy" happy-hour de la ciudad: Rothschild 12, punto de reunión de la movida, tanto que es difícil para cualquiera resistir la tentación de hacerse ver en sus mesas.
En el cruce de la avenida con la calle Herzl está el primer kiosco de Tel Aviv: una institución de la ciudad, que se remonta a 1909.
Modernizado, pero con su estructura original, hoy sirve café expreso, uno de los mejores de la ciudad. En este continuo alternarse de lo sagrado y lo profano, en el número 46 de la avenida hay otro edificio histórico, la antigua embajada soviética (hoy una fundación benéfica), que fue sede durante años de las tortuosas relaciones diplomáticas con Israel.
En el número 26, en cambio, se encuentra Benedict, donde se sirven todos los desayunos del mundo: una dirección que muchos gourmet consideran imperdible.
Pero Rothschild también es el corazón del distrito financiero del Tel Aviv: lo recuerda por ejemplo la torre del First International Bank, así como la sede en vidrio y acero del multinacional HSBC.
A sus pies aparecieron en 2011, una tras otras, las "tiendas" erigidas por los protagonistas del más fuerte de los movimientos de protesta en Israel: miles de jóvenes y no tanto hicieron de Rothschild lo que fueron la Sorbona y el Barrio Latino en 1968 para París, en el Mayo Francés.
En los prados del boulevard acampó la juventud reunida gracias a Facebook, con el objetivo de protestar contra el precio creciente de la vida y de las viviendas.
La protesta tuvo un gran impacto en Israel, tanto que al gobierno de Benyamin Netanyahu no le quedó más remedio que prestarle atención: de allí además nació en parte el éxito político y electoral del mediático Yair Lappid, líder del partido "Hay un futuro".