Agencia EFE
El presidente estadounidense, Joe Biden, apoya a la vicepresidenta, Kamala Harris, de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
“Ha sido el mayor honor de mi vida ser su presidente. Y si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el paÃs es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”, apuntó el mandatario de 81 años a través de una carta a la nación.
Biden ha cedido asà a las presiones de su propio partido después de su mediocre actuación en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca contra Donald Trump. Decenas de legisladores y senadores le habÃan pedido en los últimos dÃas que se hiciera a un lado y diera el testigo a las nuevas generaciones del partido por su avanzada edad.
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El respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris
Aunque en la carta inicialmente no pidió el voto para Harris, unos minutos después publicó un mensaje en la red social X: “Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”, apuntó.
Su primera decisión como candidato en 2020 fue elegir a Harris como vicepresidenta, relató, y esta ha sido “la mejor decisión” que ha tomado.
En la misiva sà agradeció a Harris “por ser una socia extraordinaria en todo este trabajo” y afirmó que en los últimos tres años y medio se han logrado “grandes avances como nación”.
La primera dama, Jill Biden, reaccionó a la carta publicada en X con corazones, mientras que varios demócratas influyentes reaccionaron positivamente a la decisión del presidente y expresaron la necesidad de derrotar a Trump en noviembre.
Una carrera polÃtica de 50 años
Le quedan poco más de cinco meses de Presidencia, hasta el traspaso de poderes en enero de 2025, pero pone asà fecha de expiración a una larga carrera polÃtica que se remonta a 1973 como senador de Delaware.
Ese cargo ostentó hasta 2009 con una promoción importante: la vicepresidencia de EE.UU. de la mano de Obama, uno de los que ha contribuido a hacerle tirar la toalla.
Intentó sin éxito hacerse con la nominación presidencial demócrata en 1988 y 2008 y en los comicios de 2016 decidió no competir en parte por el duelo ante la muerte de su hijo Beau, fallecido de cáncer, y por la falta de tiempo para asentar una candidatura fuerte.
Pero desde que llegó al poder, pese a que en un primer momento dejó caer que solo iba a estar cuatro años, su convencimiento de que no habÃa nadie más apropiado que él para frenar a Trump le han hecho aferrarse al puesto.
Con su retirada acabará dejando en enero de 2025 un legado de estabilidad económica, aunque no ha conseguido llevar la inflación al objetivo del 2 %, y de lucha entre otros por los derechos reproductivos de las mujeres.
La Casa Blanca intentó sin cesar ni éxito que la población se fijara en estos últimos cuatro años de mandato y no en esa “mala noche” frente a Trump que finalmente ha desencadenado su salida.