En esta imagen tomada el 24 de junio de 2020, el personal médico que usa equipo de protección personal (PPE) realiza un examen médico puerta a puerta dentro de los barrios bajos de Dharavi para luchar contra la propagación del coronavirus covid-19 en Mumbai. Foto: AFP
Cuando el coronavirus se cobró su primera víctima en la barriada india de Dharavi en abril de 2020, los epidemiólogos temían lo peor. Pero, tres meses más tarde, Bombay parece haber contenido la epidemia en este enclave pobre y superpoblado gracias a una “persecución” agresiva.
Con un millón de habitantes en apenas dos kilómetros cuadrados, Dharavi sólo cuenta, hasta la fecha, con 81 muertos de covid-19, de los 2 200 casos declarados. Una fracción minúscula del gran número de víctimas humanas de Bombay, una de las ciudades indias más afectadas por la pandemia, donde se calculan actualmente 4 500 víctimas fatales de los 75 000 casos confirmados.
Con familias compuestas por unos diez miembros, que a veces duermen en la misma habitación, y baños públicos compartidos por cientos de personas, las autoridades locales se dieron cuenta que las barreras como la distancia física o el lavado frecuente de las manos eran un espejismo.
Entonces tomaron la decisión de “rastrear el virus, en lugar de esperar a que el desastre ocurriera”, resume Kiran Dighavkar, un responsable del municipio de Bombay.
“La distancia física era imposible, el aislamiento en casa no era una opción, y el rastreo de contactos era un problema enorme porque muchísimas personas utilizan el mismo baño”, explica el funcionario a la AFP.
Un primer plan consistió en verificar el estado de salud de los residentes haciendo visitas puerta a puerta en los callejones estrechos de la barriada. Una idea rápidamente abandonada después de que el personal de salud, operando bajo el calor pesado y húmedo de Bombay, se encontró sofocado bajo a las múltiples capas de su equipo de protección contra el coronavirus.
Pero el número de casos estaba aumentando de manera alarmante en este barrio donde viven muchas personas que se ganan la vida realizando tareas básicas en la capital económica india.
La ciudad se lanzó entonces lo que sus responsables denominaron la Misión Dharavi.
Detectar la fiebre
Todos los días, los trabajadores sanitarios desplegaron un “campamento de detección de fiebre” en una zona diferente de la barriada.
Los residentes podían presentarse para comprobar si tenían síntomas de covid-19 y ser examinados si era necesario.
Las autoridades también requisaron escuelas, salones de bodas e instalaciones deportivas para convertirlas en centros de cuarentena, que ofrecían comidas gratuitas, tabletas de vitaminas y sesiones de yoga.
Los habitantes de los barrios más afectados de Dharavi tenían prohibición entrar o salir, y el gobierno utilizó incluso drones para vigilar la aplicación de las restricciones.
Un ejército de voluntarios llevó comida a las 125 000 personas atrapadas en sus casas.
“Estamos al borde de la victoria, me siento muy orgulloso”, afirma el AFP Abhay Taware, un médico de 44 años que, en el pico de la crisis, recibía un centenar de pacientes al día en su pequeña clínica.
Sin embargo, muchos residentes y funcionarios de Bombay creen que es demasiado pronto para declarar que el virus fue vencido en Dharavi.
La epidemia de covid-19 se está extendiendo por toda India, con más de medio millón de casos registrados, y Dharavi sigue siendo vulnerable a una segunda ola de contaminación.
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