Como se dice en Estados Unidos, Fremont está en medio de la nada. Pero es allí donde se acaba de aprobar una ley que prohíbe rentar viviendas y dar empleo a los inmigrantes indocumentados y se gana presencia en el mapa.
fakeFCKRemoveUnos 25 000 habitantes viven en ese lugar y de ellos 15 000 votaron por la ley. La población hispana en ese pueblo del estado de Nebraska es apenas de 2 000, sin embargo el 57% de los votantes -en su inmensa mayoría blancos- quiere curarse en salud: que no le pase lo que a Arizona, donde casi la mitad de la población es de origen latino. De hecho, los creadores de la ley del estado de Arizona, que convierte a los inmigrantes en criminales sujetos de deportación por no tener papeles, fueron los que asesoraron a Fremont, que defiende la idea de un pueblo libre de indocumentados.
La decisión de Fremont resuena como un eco de lo que ocurrió en el 2006 en el pueblo de Hazleton, en Pensilvania. “Es una copia Xerox, en este pueblo se prohibió rentar y emplear a los inmigrantes. El alcalde, Lou Barletta, estuvo atrás de esta medida que vació el pueblo”, cuenta Macario Quinde, un habitante ecuatoriano de Hazleton. “Aquí solo reinaba el silencio. Nadie salía a las calles porque además había una patrulla policial cada dos cuadras”.
Las organizaciones de defensa de los movimientos de derechos civiles y el Fondo Puertorriqueño pusieron demandas contra esa ley en Hazleton y la medida no entró en vigencia y sigue empantanada en las cortes.
“Aquí la mayoría es dominicana, muchos regresaron a Nueva York y a Nueva Jersey. Los negocios como Home Depot y Lowes se quedaron sin clientes y las industrias de producción de carne, donde los trabajadores eran indocumentados, sufrió los efectos”, dice Quinde.
Según él, ahora todo ha cambiado. Muchos volvieron a Hazleton. “Blancos y latinos vivimos juntos pero no revueltos. Nos respetamos mutuamente”. Esa es la suerte que corre la ley de Fremont, en Nebraska, donde la Unión Americana de Libertades Civiles impondrá una demanda.
“El ejemplo más emblemático es la ley de Arizona y lo grave es que con estas acciones se provocan reacciones contra los inmigrantes, se aumenta la discriminación, la xenofobia y la violencia”, dijo ayer a este Diario el embajador ecuatoriano en Washington, Luis Gallegos.
Para él, “el restringir las libertades reconocidas en la constitución y estereotipar a un grupo humano, desdice la vigencia de los derechos humanos y crea un precedente para que otros grupos actúen de la misma manera. Son las organizaciones sociales y las iglesias de este país las que deben llevar estos argumentos a las cortes y nosotros podemos acompañar esos esfuerzos”.
En Nebraska estarían viviendo unos 2 000 ó 2 500 ecuatorianos, uno de ellos parece que está en Fremont, según cuenta la cónsul de Minneapolis, Silvia Ontaneda, quien señala que de lo que ella conoce, esos ecuatorianos tienen mayor nivel de educación.
“Nebraska no es un estado que atrae masivamente a los trabajadores, como sí ocurre en Minnesota, donde hasta hace dos años había unos 38 800 ecuatorianos”. “Lo de Fremont viola los derechos humanos. Si exigimos globalización tenemos que globalizar los derechos humanos. Estas medidas generan más resentimiento y eso no lo podemos permitir”, sostiene.
Pese a la oposición, la ley pasó y ahora defenderse en las cortes les costaría un millón de dólares. ¿“Les pedimos no dejarse llevar por la retórica. Esta no es la solución correcta para un asunto tan complicado, por eso les pedimos que voten por el no”, fue el editorial del diario Fremont Tribune.
Testimonios
Hernán Holguín /Subs. Senami
‘El tema migratorio se está politizando en pequeñas localidades’
Exigir que los inmigrantes tengan sus papeles en regla para arrendarles una vivienda es indignante. La Ley de Arizona está generando esta reacción en pequeñas ciudades de Estados Unidos en contra de los inmigrantes, a quienes los ven como personas extrañas.
El tema migratorio se está politizando en poblaciones y esto por las elecciones legislativas de noviembre próximo. El pretexto es que no existe una ley federal, lo cual hace urgente que el gobierno de Barack Obama impulse de una vez por todas una reforma migratoria para terminar con estas acciones xenófobas.
Linda Machuca /Rep. Migrantes
‘Se teme que la norma aprobada en Fremont avive el discrimen racial’
Preocupa la extensión de un sentimiento antiinmigrante que intenta patentizarse en la legislación de algunos estados, siguiendo el esquema de la ley racista de Arizona. Se teme que la medida aprobada en la pequeña ciudad de Fremont avive la discriminación racial en los diferentes estados de EE.UU.
No se puede aceptar que se pretenda exigir a los inmigrantes indocumentados -como
potenciales arrendatarios de inmuebles- que obtengan una licencia, en tanto que los funcionarios de Fremont puedan chequear el estatus legal del solicitante.