Las mieles del poder engolosinan. Y seducen. Si no que lo diga Ivonne Baki, para quien los coloniales salones del Palacio de Carondelet son familiares, desde hace 14 años.
Varios episodios de su dilatada y variopinta carrera política se han escrito detrás de esas paredes, sin importar el Presidente que estuviera de turno.
Entre 1998 y el 2002, fue la Embajadora de Ecuador en EE.UU., bajo las órdenes de los presidentes Jamil Mahuad y Gustavo Noboa. En el 2002 regresó al país. “Profundamente decepcionada por la gestión de Mahuad”, lanzó su candidatura a la Presidencia por el Partido Liberal. Pero la fortuna no le sonrió.
No obstante, el siguiente presidente Lucio Gutiérrez la invitó para que dirigiera la Cartera de Comercio Exterior. Junto con el de Defensa, fueron los únicos funcionarios de ese Gabinete que permanecieron todo el Gobierno.
En ese Régimen ella encabezó las negociaciones de Ecuador en el frustrado Tratado de Libre Comercio con EE.UU. y fue la ejecutora del certamen Miss Universo (2004), que se realizó en Quito.
Durante la administración de Gutiérrez, Baki fue un puntal en la relación con Estados Unidos. En varios cables enviados por la Embajada al Departamento de Estado se señalan las permanentes reuniones, almuerzos, desayunos, contactos telefónicos mantenidos con la actual cabeza de las negociaciones de la Iniciativa Yasuní-ITT.
Como ministra de Comercio, Baki mantuvo, al menos, seis encuentros con funcionarios de EE.UU. Uno de los principales temas de conversación era la situación de la empresa estadounidense Occidental, de gran preocupación de la Embajada.
En el 2006, Baki participó como candidata al Parlamento Andino por Sociedad Patriótica. Ganó una curul y también alcanzó la Presidencia de esa tribuna. Fue por los meses en que Ecuador y Colombia rompieron relaciones diplomáticas, en marzo de 2008.
Como presidenta del Parlamento, Baki mostró rechazo por la forma en la que Ecuador manejó la crisis con Colombia. De hecho, ella no fue partidaria de la ruptura entre los dos países.
No obstante, en febrero del 2010, el presidente Rafael Correa le encomendó manejar el proyecto estrella de su Administración hacia el mundo para mantener el crudo del ITT bajo tierra. Primó el pragmatismo y pesó la imagen que Baki hábilmente ha forjado de una mujer con excelentes contactos internacionales.