Un incendio en una toma clandestina de combustible dejó 66 muertos en México. Foto: AFP
El número de muertos al explotar una toma clandestina de gasolina en el central estado mexicano de Hidalgo ha subido de 21 a 66 personas en las últimas horas, informaron este sábado 19 de enero del 2019 fuente oficiales.
La cifra que “tenemos al momento de lo ocurrido en Tlahuelilpan es de 66 personas fallecidas y 76 personas heridas que están siendo atendidas en distintos hospitales”, indicó en Twitter el Gobernador estatal, Omar Fayad.
Muchos de los heridos sufren graves quemaduras y se teme que se encuentren mas cadáveres calcinados en las cercanías del ducto donde centenares de personas se agolparon para robar el combustible de la fuga provocada a media tarde del viernes 18 de enero.
Fayad brindó una rueda de prensa, en el Palacio Nacional de Ciudad de México, en la que se encontraba el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario mexicano dijo la noche del viernes, al visitar la zona del desastre, que “es una tragedia que nos duele mucho. Estamos aquí para brindar todo el apoyo, el auxilio a los pobladores, a los afectados, a las víctimas”.
Agregó que la desgracia “no cambia” su estrategia contra el robo de combustible y más bien demuestra “desgraciadamente” la necesidad de mantenerla. “Vamos a continuar hasta erradicar esta práctica”, añadió.
El incendio fue sofocado poco antes de la medianoche del sábado (06:00 GMT), lo que facilitó que el Ministerio Público acceda al centro del desastre y verifique la cifra de víctimas.
“Por desgracia vi la explosión, me acerqué a ayudarle a bastante gente”, dice Fernando García, vecino de la zona de 47 años. “Me tocó hacer a un lado pedazos de personas que ya estaban desechas”, agrega.
En el lugar, rodeado por sembradíos, elementos del ejército y de la policía acordonan la zona mientras unidades de bomberos trabajaban entre columnas de humo.
García critica que el ejército no haya replegado a las personas que se acercaban cuando comenzó a salir el combustible. “Se hubiera prevenido todo esto si el ejército cuando llegó hubiera echado a toda la gente para afuera”, afirmó.
Antes de que se extinguiera el fuego, una enorme llamarada y una columna gigantesca de humo se erigían sobre la zona de la explosión, mientras numerosos vehículos de emergencia rodeaban el perímetro.