Un grupo de personas enciende velas en un altar improvisado frente a la iglesia Saint-Etienne-du-Rouvray, cerca a Rouen, Francia. Foto: EFE
Uno de los dos autores del ataque contra una iglesia en Francia en la que un cura fue degollado, fue “identificado formalmente” este martes 26 de julio del 2016 como Adel Kermiche, de 19 años y nacido en Francia, informó el fiscal a cargo del caso, François Molins.
El segundo agresor todavía no ha sido identificado, agregó el fiscal en una declaración a la prensa, en la que confirmó que Kermiche había sido inculpado en marzo de 2015 de vínculos con una organización terrorista y que estaba obligado a llevar un brazalete electrónico.
El ataque, en el que hubo toma de rehenes, comenzó hacia las 09:30 (07:30 GMT), en plena misa. Cinco personas se encontraban en esta iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, una localidad normanda de 29 000 habitantes a 125 kilómetros de París, cuando dos atacantes entraron al recinto, al grito de “¡Allah Akbar!”, según un testigo.
Kermiche, originario de la zona, había intentado en dos ocasiones viajar a Siria en 2015, confirmó Molins, procurador de París.
Fue detenido la primera vez el 23 de marzo del 2015 en Alemania, cuando intentaba llegar a Siria.
De vuelta en Francia, fue inculpado el 28 y “colocado bajo control judicial con la prohibición de abandonar el departamento, la obligación de presentarse en la comisaría y de realizar alguna formación o realizar alguna actividad”, indicó Molins.
Después, volvió a abandonar su domicilio el 11 de mayo de 2015. Entonces se lanzó una orden de arresto internacional y fue detenido en Turquía.
Estuvo en detención provisional hasta el 18 de marzo del 2016 y entonces quedó con control judicial y fue recluido en su residencia, con la obligación de llevar un brazalete electrónico.
Las condiciones impuestas por la justicia le permitirían salir de lunes a viernes de 08:00 a 12:30 horas, los fines de semana y los días festivos de 14:00 a 18:00.
Tenía prohibición de abandonar el departamento, debía presentarse en comisaría una vez por semana y entregar su carnet de identidad y su pasaporte, indicó el fiscal que coordina la lucha antiterrorista.