Louisa y Maren, asesinadas en Marruecos, dos jóvenes entusiastas de la naturaleza

Vista general de la localidad de Ilmil en Marruecos, hoy, 20 de diciembre de 2018. - El gobierno marroquí confirmó que el asesinato de dos turistas escandinavas el pasado lunes en una región montañosa del Atlas aislada y no vigilada a unos 10 kilómetros d

Eran “sociables”, “positivas”: Louisa Vesterager Jespersen y Maren Ueland, las dos jóvenes excursionistas escandinavas asesinadas en el sur de Marruecos, adoraban la naturaleza, una pasión que las llevaba a lanzarse regularmente a la aventura.
Las dos amigas, una danesa de 24 años y una noruega de 28, decidieron viajar a Marruecos por Navidad, lejos del bullicio de las fiestas de fin de año que Maren quería evitar.
“Maren detestaba la Navidad, el estrés, la histeria de los regalos, esta mentalidad de usar y tirar. Aunque también era muy hogareña”, contó su madre Irene al diario noruego Stavanger Aftenbladet.
La última vez que Irene escuchó la voz de su hija, fue el 9 de diciembre, cuando esta llegó a Marruecos. Después, en cuanto tenía conexión, la joven enviaba mensajes tranquilizadores a sus allegados.
Pero el 17 de diciembre, los cuerpos de las dos mujeres fueron hallados en un valle del Alto Atlas, en un lugar aislado en el que habían acampado para pasar la noche, a dos horas andando del pueblo de Imlil (sur de Marruecos) . Ambas fueron asesinadas con arma blanca, según las autoridades, y una de ellas fue decapitada.
Trece personas fueron detenidas en Marruecos desde que se encontraran los cuerpos. Los cuatro sospechosos directos del asesinato fueron detenidos el lunes y el jueves en Marrakech, la capital turística del país.
“Precauciones necesarias”
Oriunda de Jutland (oeste de Dinamarca) , Louisa estaba “siempre feliz y positiva. Todo el mundo la quería y ella veía lo mejor en cada uno”, relató su madre, Helle Petersen, al diario danés B.T.
La joven era titular de una licencia de rafting, según su perfil en las redes sociales, y siempre buscaba nuevas aventuras, pero sin descuidar su seguridad.
La madre de Maren lo confirmó en la televisión noruega NRK: “las chicas habían tomado todas las precauciones necesarias antes de partir para este viaje”.
Maren, por su parte, adoraba pasear con el perro de raza Leonberger de la familia, Alf Herman, por la playa Orrestranda, cerca de Stavanger (suroeste de Noruega).
Las fotos en su cuenta de Facebook muestran a una joven sonriente, siempre al aire libre. En unas se la puede ver con una mochila a la espalda, en otras con una seta en la mano, montada en un trineo, alrededor de una hoguera, en la nieve o en el agua.
Su madre Irene quiso publicar en Facebook una instantánea de ella en un momento cómplice con un perro para rendirle homenaje: “A nuestra Maren 23.11.1990-17.12.2018”, palabras y fechas escuetas acompañadas de corazones.
“Ella podría haber vivido allí donde nadie creería que se puede vivir”, dijo su hermana pequeña Malin al periódico Stavanger Aftenbladet.
Viaje desaconsejado
Ávidas de aventuras y enamoradas de la naturaleza, Louisa y Maren cursaban estudios para ser guía en la universidad noruega de Bø, un establecimiento hoy en duelo, como lo evidenciaban sus banderas a media asta el 18 de diciembre.
“Estaban bien preparadas y fueron a una región donde podían viajar con seguridad”, declaró a la televisión TV2 el director de la universidad, Petter Aasen.
“Hicieron muchos viajes al extranjero, juntas o solas”, señaló, y precisó que se celebrará una ceremonia de conmemoración en el campus a comienzos de 2019
Su periplo debía conducirlas a los senderos pedregosas que llevan hacia las cimas nevadas del Toubkal, la cima más alta del norte de África.
“Eran sonrientes, conversadoras y sociables, hablaron mucho con las otras personas que tenían alrededor”, recordó Rachid Imerhade, guía de alta montaña contactado por la agencia NTB, que se cruzó en el camino de las dos escandinavas unos días antes de que desaparecieran.
El 21 de noviembre, Louisa pidió a través de Facebook consejos sobre la región.
Sin embargo, su familia le había desaconsejado viajar a Marruecos “ debido a la situación caótica de la que había oído hablar de gente que había sido asesinada allí”, confesó su madre sin entrar en detalles.