Familiares de víctimas de las protestas antigubernamentales y activistas participan en un homenaje a las personas fallecidas y detenidas en las manifestaciones de febrero de 2014 contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el sábado 13 de febrero de 2016, en Caracas (Venezuela). Foto: EFE
El alcalde del municipio caraqueño El Hatillo, el dirigente opositor David Smolansky, denunció el lunes 15 de febrero del 2016 que su residencia fue asaltada anoche por desconocidos que huyeron con algunas pertenencias y rayaron paredes con consignas antisemitas.
“Quienes atacaron dejaron todo regado y además se llevaron mis 2 tabletas y 2 laptops de trabajo. También dejaron una consigna antisemita. “Sionista de mierda”, dice en la pared de mi hogar”, escribió el alcalde en la red social Twitter.
Smolansky dio cuenta de que la Policía tomó evidencias del asalto y junto a unas fotografías del hecho colocó un texto donde se lee que es hijo de “una madre católica y un padre judío”, quienes siempre le “inculcaron la tolerancia”.
“Crecí escuchando a mis abuelos y a mi papá, que son judíos, de cómo en la Alemania Nazi marcaron casas y locales comerciales de los judíos”, sostuvo.
El alcalde de uno de los cinco ayuntamientos de la capital venezolana, cuatro de los cuales están bajo el mando de opositores al presidente Nicolás Maduro, tildó el ataque de “cobarde” y descartó que por ello reniegue de sus “raíces judías y católicas”.
“Mucho menos -prosiguió- dejaré de trabajar por una Venezuela donde reine el respeto, la justicia y la seguridad; no me doblegarán en nuestra lucha en contra de la impunidad y la garantía de los Derechos Humanos para todos”.