Los primeros análisis tras la captura de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán el pasado 22 de febrero puntualizaron de que el exitoso operativo favorecía la imagen del presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Arrestar al jefe del cartel de Sinaloa había sido un objetivo de los últimos tres gobiernos de ese país, pero fue la actual administración la que se alzó con el principal trofeo en la lucha que se libra a nivel local e internacional contra el narcotráfico.
“Esto es muy costoso políticamente para Peña Nieto, le da un bono de legitimidad por eficacia porque era algo que se buscaba desde el gobierno de Fox. A pesar de que Calderón capturó y abatió a muchos capos, pues es muy simbólico que el capo de capos, o el jefe de jefes, como llaman pues cae en esta ocasión”, destacó el experto en temas de seguridad y director de la consultora de políticas públicas y derecho Jurimetría, Guillermo Zepeda.
A pesar de eso, el Mandatario descartó tres días después que este sea un motivo de triunfalismo. Atribuyó este éxito a la “aplicación de tecnologías y al análisis de la información, que son elementos claves que caracterizan la estrategia de seguridad del Estado”.
Sin embargo, no todo ha sido aplausos para el Jefe de Estado tras la captura. A las dudas y críticas de la oposición se han sumado acusaciones de corrupción que envuelven a su gobierno e incluso a la campaña que lo llevó a la Presidencia.
‘Ríos de tinta’ y cobertura noticiosa cuestionada
El líder de la izquierda mexicana Andrés Manuel López Obrador afirmó que la detención de ‘El Chapo’ Guzmán, le sirve de cortina de humo al Gobierno para ocultar los problemas sociales que enfrenta el país. “Será una buena cortina de humo, verán cuánta tinta se va a verter, cómo van a hacer reportajes especiales, van a gritar como pregoneros en la radio y la televisión, cuando callan como momias cuando se trata de los asuntos verdaderamente trascendentes para el país”, señaló el también excandidato presidencial y fundador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
López Obrador consideró además que Guzmán, a quien la revista Forbes cataloga como uno de los diez mexicanos más ricos, “es un niño de pecho en comparación a los saqueadores de México, quienes pertenecen a la mafia del poder”.
A esto se han sumado cuestionamientos respecto a la cobertura noticiosa del hecho. El emporio mediático Televisa, acusado varias veces de favorecer la imagen pública de Peña Nieto desde su época de candidato, es acusado de contar con todas las facilidades para acceder a información de primera mano sobre la captura.
El diario Noroeste de Sinaloa publicó que Carlos Loret de Mola, periodista estrella de la cadena, tuvo ayuda de la Marina para llegar al lugar de los hechos. Por eso pudo mostrar a sus televidentes, según se puede apreciar en videos de YouTube, incluso la comida que estaba almacenada en la nevera del apartamento en Mazatlán donde estaba el narcotraficante cuando fue abordado por las autoridades.
Todo esto mientras otros reporteros denunciaban amenazas por parte del narcotráfico por no contar con la misma protección en su trabajo.
Acusaciones de exagente de la DEA, desmentidas
El Gobierno mexicano rechazó ayer, calificándolas como un “disparate”, las declaraciones de Phil Jordan, oficial retirado de la agencia antidrogas DEA, quien afirmó que el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán financió la campaña electoral de Peña Nieto.
“Desconozco cuáles sean las razones que tenga esta persona para hacer una acusación tan grave sin ningún sustento”, dijo el portavoz del Gobierno mexicano, Eduardo Sánchez.
Jordan declaró al canal estadounidense Univisión que no se esperaba la captura porque Guzmán “metió mucho dinero en la campaña de Peña Nieto (…) algo malo pasó entre el PRI (Partido Revolucionario Institucional, en el gobierno) y ‘El Chapo’, no te puedo decir qué es lo que pasó. Él pagó millones de dólares para que no lo tocaran y millones de dólares para que lo dejaran salir la última vez”.
El Departamento de Estado y la DEA se apresuraron a aclarar que “la opinión de Jordan y la de cualquier otro ex agente federal no representa al Gobierno de Estados Unidos”.
13 años estuvo prófugo ‘El Chapo’ Guzmán