Un salvadoreño se sumó a un ecuatoriano y a un hondureño como sobrevivientes de la masacre de 72 inmigrantes en el estado mexicano de Tamaulipas, aseguró el presidente de El Salvador, Mauricio Funes.
La información del tercer sobreviviente la proporcionó Funes durante un emotivo discurso al recibir los cadáveres de 11 inmigrantes de este país en la Base Aérea de Comalapa, a 50 km al sureste de la capital.
Sin identificar al sobreviviente, Funes declaró que su “testimonio puede ser clave para esclarecer este crimen, pero sobre todo para dar con la identidad de quienes los cometieron y quienes sirvieron de nexo acá en El Salvador”.
Los salvadoreños fueron llevados por coyoteros “sin ninguna condición de seguridad ni garantía de que se les iba a respetar su vida”, agregó el Mandatario.
Funes cree que es necesario establecer una alianza regional para hacer frente a este tema. Ayer, dijo que se reunirá con el presidente de México, Felipe Calderón, para empezar una investigación sobre la masacre.
“Nosotros no estamos en la línea de pedir una indemnización al gobierno de México por nuestras víctimas, nuestro interés es colaborar en las tareas que lleven a dar con los autores del crimen, y tratar este tema asumiendo que hay responsabilidades compartidas de los Estados”.Funes indicó que “entre 300 y 400 salvadoreños emigran cada día a Estados Unidos”, un gran número tiene como destino Los Ángeles, conocida como la capital de los salvadoreños en el mundo, con un millón de personas solo en el sur de California.
Casi de manera simultánea a estas declaraciones el Mandatario mexicano informó que tres de los presuntos autores de la matanza de Tamaulipas (Los Zetas) cayeron abatidos durante un enfrentamiento con el Ejército.
Calderón también dijo que uno de los sobrevivientes confirmó que los caídos eran quienes habían participado en la matanza del 23 de agosto. “Tamaulipas es víctima de la lucha entre grupos (cartel del Golfo y Los Zetas). Esos combates llevan a Los Zetas a hacer ‘locuras’ como la matanza de inmigrantes”, declaró.
Sin embargo, sus declaraciones no convencen a todos los mexicanos. Un estudio realizado por Consulta Mitofsky señala que el 60% de los encuestados considera que al Presidente “se le están saliendo las cosas de control”, mientras un 58% cree que el país va por “un rumbo equivocado”, eso, relacionado al tema de seguridad.
Pese a eso, la aceptación en la gestión del dignatario se elevó en agosto. Paso de 53,5% de junio a 55%, empero, aún sigue siendo baja comparándola con agosto del año anterior que fue del 62%.
Una de las acciones que tiene que atender el Gobierno es hacerle frente a los grupos armados. Por eso, incrementó los controles en la frontera con EE.UU. En ese intento los militares asesinaron a dos miembros de una familia que no guardaba ninguna relación con los narcos. Las autoridades de Policía dijeron que se trató de un error. El hecho se dio cuando una familia volvía de una fiesta y no se detuvo en un retén. Los uniformados les dispararon dejando dos muertos y cinco heridos.
6 ex militares eran de Los Zetas
Seis ex militares guatemaltecos señalados por las autoridades mexicanas como integrantes de Los Zetas, detenidos como inmigrantes clandestinos en México, fueron trasladados a una cárcel del estado de Veracruz (México).
Los seis guatemaltecos habían sido recapturados el 22 de abril, tras una fuga inicial de un centro migratorio, cuando transitaban hacia el estado de San Luis Potosí (centro), donde “iban a ser adiestrados en el manejo de armas”, señaló un comunicado de la Procuraduría Federal.
Junto a ellos fue capturado también un mexicano que conducía el automóvil donde viajaban. La fiscalía señaló que un juez les dictó “orden de aprehensión por el delito de delincuencia organizada” a los “siete presuntos miembros de Los Zetas”.
“Cuatro de los indocumentados manifestaron que fueron contratados por Los Zetas para trabajar como ‘halcones’ (guardias) y brindar protección a estos”, añadió el comunicado.
Su traslado a la cárcel en Veracruz se decidió después de que autoridades migratorias confirmaran que los guatemaltecos habían sido soldados del Ejército de su país y que su primera fuga probablemente había sido organizada por Los Zetas.
El cartel de Los Zetas es acusado de múltiples secuestros de inmigrantes que se dirigen a Estados Unidos, entre ellos 72 latinoamericanos asesinados a fines de agosto en una hacienda de Tamaulipas (noreste).
La banda fue creada a partir de un grupo de 40 antiguos miembros de las fuerzas especiales.