Álex, el primer huracán de la temporada 2010 en el Atlántico, dificultaba ayer las tareas de limpieza del derrame de la petrolera British Petroleum (BP) en el golfo de México.
La presencia del huracán, además, retrasaba los planes de la gigante energética BP de aumentar la capacidad de contención del crudo que fluye desde su pozo averiado en el lecho marino y amenazaba con arrastrar aún más las aguas contaminadas hacia las costas de Estados Unidos.
Mientras se aproximan ráfagas de vientos fuertes, olas de hasta 4 metros y lluvias torrenciales, las autoridades suspendieron la quema controlada de petróleo, los vuelos para regar dispersantes y las operaciones de contención de la marea negra sobre la superficie del océano en la zona.
Ante la impotencia de frenar el derrame, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que aceptará la ayuda ofrecida por docenas de países y agencias internacionales para contener el desastre y limpiar sus consecuencias, que incluye dispositivos de contención de Japón.
A causa de Álex en el golfo se interrumpió un 26,3% de la producción estadounidense de petróleo y un 14,4% de la de gas natural, dijo ayer el Gobierno.
Álex, que se convirtió en huracán categoría 2 por la fuerza de sus vientos, tocó tierra anoche en la costa noroeste mexicana, causando fuertes lluvias e inundaciones en varios poblados, pero a su paso no impactó las plataformas petroleras en aguas del golfo.
A las 01:00 GMT se encontraba a 65 km al norte-noreste de La Pesca, en Tamaulipas, y a 180 km al sur de Brownsville, Texas, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
En Tamaulipas, cuya costa ya era azotada por fuertes lluvias y vientos, autoridades de Protección Civil dijeron que estaban alerta y que la población se preparaba para la llegada del meteoro.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, Álex podría tocar tierra entre La Pesca y La Carbonera, ambas en el norte del estado mexicano. Se esperaba que golpee a la medianoche o en las primeras horas de hoy.
Los 2 000 habitantes de la comunidad pesquera La Carbonera ya fueron evacuados dado que sus casas de madera están construidas muy cerca de la playa y la marea subía considerablemente.
En vista de las circunstancias, las autoridades de Tamaulipas han comenzado a pedir a los habitantes que se abastezcan de agua y alimentos, y habilitaron refugios hasta para 20 000 personas. Las actividades escolares fueron suspendidas mientras se mantengan las lluvias.
En la ciudad de Matamoros, frontera con Brownsville (sureste de EE.UU.), el huracán ha provocado intensas precipitaciones que anegaron varias de sus calles.
Algunos habitantes se desplazaban por riachuelos en bicicletas amarradas con cuerdas ante la fuerza de las corrientes.
En Nuevo León, también estado fronterizo con Estados Unidos y vecino de Tamaulipas, la Dirección de Protección Civil advirtió que las lluvias serán más intensas que las causadas por el huracán Gilberto que en 1988
En Guatemala, asimismo, las lluvias intermitentes continuaron ayer tras el paso del huracán, que dejó dos muertos y daños en nueve de los 22 departamentos.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres dijo que causó derrumbes, inundaciones y hundimientos, especialmente en el suroeste.