El Ministerio de Salud chileno decretó alerta sanitaria en Iquique por la falta de servicios básicos, principalmente agua potable, cortados desde la noche del martes a raíz del terremoto de 8,2 grados Richter que azotó a la zona.
La medida fue anunciada esta noche por la titular de la cartera, Helia Molina, quien dijo que la disposición permitirá actuar de manera “mucho más rápida y eficaz para poder reaccionar a las necesidades que se puedan ir dando en los próximos días, según como siga el proceso de recuperación de algunos servicios básicos, como el agua potable y la electricidad”.
Precisó que las autoridades podrán fiscalizar la eficacia con la que las empresas privadas reponen los servicios básicos, al mismo tiempo que permitirá dar solución de manera más rápida a problemas, como la falta de recolección de basura y otras situaciones que afecten a la población.
La ministra Molina recomendó a la población del extremo norte -a 1 830 kilómetros al norte de Santiago, limítrofe con Perú y Bolivia– no consumir alimentos vendidos en la calle que no cuenten con las debidas condiciones sanitarias.
La alerta sanitaria considera el refuerzo de los servicios asistenciales en la zona afectada y la disposición de equipamiento destinado a enfrentar la contingencia.
Según el último reporte de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), alrededor de 33% de la población de Iquique se encuentra sin agua potable, a dos días de ocurrido el terremoto.