Al menos 38 personas murieron ayer en varios ataques en Iraq, dos de ellos aparentemente coordinados con coche bomba en dos barrios de Bagdad, fue la jornada más mortífera desde que finalizó la “misión de combate” estadounidense el pasado 31 de agosto.
Dos vehículos explotaron casi simultáneamente hacia las 10:10 locales cerca del cruce de Aden y en el barrio de Mansur. Una fuente del Ministerio del Interior dijo que el balance era de 19 muertos y 53 heridos en Aden y 10 muertos y 58 heridos en Mansur.
“Era un minibús” , afirmó Abu Abdalá, de 40 años, presente cerca del cruce de Aden en el momento del ataque. La explosión dejó un cráter de tres metros de diámetro en la calzada, según un periodista. El ataque tenía posiblemente como objetivo un edificio del departamento de seguridad nacional, que se derrumbó. La calle estaba llena de sangre, de trozos de ropa y de metal ennegrecido.
En el barrio de Mansur, otro periodista indicó haber visto varios cuerpos en la calle y numerosos vehículos calcinados después de la explosión.
En el resto de Iraq, seis personas, incluidos tres soldados iraquíes, murieron en un atentado suicida cerca de un restaurante popular en el antiguo bastión islamista sunita de Faluya, el oeste de Bagdad, donde unos soldados iraquíes estaban patrullando, indicó un responsable del ministerio del Interior.
Otras 14 personas, incluidos tres soldados, resultaron heridos en el incidente.