Miles de agricultores colombianos iniciaron hoy, 28 de abril, una huelga indefinida, que incluye movilizaciones en diversas regiones, para exigir al gobierno que cumpla los acuerdos suscritos en septiembre pasado al final de una protesta similar que se prolongó por casi un mes.
La huelga del sector agropecuario del año pasado se levantó cuando el gobierno se comprometió a reducir los precios de los insumos, a dar facilidades de crédito en entidades bancarias y salvaguardar productos como la papa, leche, tomate, pera, arveja y cebolla.
La protesta actual es protagonizada principalmente por cultivadores de papa y café, que cuentan con el apoyo de otros sectores agrícolas e incluso de transportistas de carga, mineros artesanales y estudiantes de universidades públicas.
En las primeras horas de la huelga se registró una disminución del transporte de pasajeros entre Bogotá y el vecino departamento de Boyacá (centro), debido a ataques con piedras contra autobuses de pasajeros que se movilizaban por el municipio de Ventaquemada. Asimismo, informaciones periodísticas procedentes del departamento de Huila (suroeste) indican que centenares de campesinos bloquearon una carretera que comunica a esa provincia con el departamento de Caquetá.
En Bogotá se presentó una enorme congestión de vehículos en dos sectores por disturbios protagonizados por estudiantes de las universidades públicas Nacional y Pedagógica en respaldo a la huelga. El director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino, dijo que su institución acompañará las movilizaciones para evitar desórdenes, pero que intervendrá para impedir el bloqueo de carreteras, como ocurrió con la huelga del año pasado.
“Esperamos que la protesta se cumpla dentro de los marcos que la Constitución garantiza (…) Tenemos toda la disposición para actuar si se registra algún conato de bloqueo. No podemos permitir que porque hay un derecho a la protesta esto vaya a estar significando actos de vandalismo”, dijo el oficial.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos asegura que la protesta es injustificada porque los acuerdos se han venido cumpliendo y acusa a sus promotores de tener “intenciones políticas” porque la huelga comenzó cuando falta menos de un mes para las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
Los agricultores convocaron la huelga desde comienzos de diciembre pasado, lo que ha servido de argumento al gobierno para sostener que la movilización obedece a una estrategia planificada con anticipación para dificultar la gestión de Santos, quien busca ser reelegido.
Adicionalmente, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ha afirmado que en la protesta están infiltrados grupos guerrilleros, algo que niegan los agricultores y los voceros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que están en Cuba, donde negocian un acuerdo de paz con el gobierno de Santos.
El coordinador del sistema de Naciones Unidas en Colombia, Fabritzio Hoschild, pidió al gobierno que no estigmatice la protesta de los agricultores con afirmaciones como las del ministro Pinzón. “Lo mejor es mantener una retórica conciliadora, orientada a mantener las condiciones en paz (…) En Colombia, y todo el gobierno lo reconoce, ha habido décadas de negligencia en lo que se refiere a una política agraria, sobre todo para los campesinos más pobres. Es una deuda del Estado de hace mucho tiempo”, agregó Hoschild.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, asegura que el gobierno ha destinado los recursos pactados en el acuerdo de septiembre. “Aquí se encuentran muchos individualismos, mucho interés de desestabilizar, pero no una razón real. El gobierno ha mantenido el espacio de diálogo todo el tiempo, hemos estado sentados a las mesas todos estos meses”, dijo Cárdenas. Su colega de la cartera de Agricultura, Rubén Lizarralde, se ha reunido en los últimos días con los agricultores, pero no logró evitar la huelga