Los dueños del yacimiento en Chile donde están atrapados 33 mineros desde hace 21 días fueron demandados ayer y sus bienes congelados, mientras el Gobierno se preocupa por el ánimo de los hombres que pasarán meses bajo tierra antes de ser rescatados. La acción legal también alcanza a un organismo público de control de la Minería que incumplió su labor de fiscalización.
La primera acción judicial fue presentada contra las autoridades del estatal Servicio Nacional de Geología y Minas y contra los dueños de la mina, Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn.
Posteriormente un juzgado chileno ordenó retener para futuras indemnizaciones USD 1,8 millones que la minera San Esteban -propietaria del yacimiento donde se encuentran atrapados los trabajadores- debía recibir del Estado por la venta de cobre, dijo una fuente judicial.
El Tribunal acogió así la petición del abogado Edgardo Reinoso, quien representa a 26 de las 33 familias de los mineros atrapados, como anticipo de una demanda indemnizatoria que ingresará en los próximos días contra los dueños de la empresa.
Una comisión del Congreso chileno investiga las responsabilidades en el derrumbe, y en concreto la autorización dada por Sernageomin a la reapertura de la mina en el 2008, tras su cierre un año antes. El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció el lunes pasado que se fortalecerá la seguridad de la actividad minera en Chile luego de este caso.
Mientras tanto, la increíble historia de los 33 hombres que sobreviven desde hace más de 20 días al derrumbe en un yacimiento de Copiapó , ha generado una cadena de solidaridad y permitido recuperar el ánimo de un país que apenas seis meses atrás se vio azotado por uno de los terremotos más fuertes de la historia.
Especial solidaridad se ha sentido hacia los familiares de los mineros, que nunca perdieron la esperanza y se han mantenido todo este tiempo en vigilia junto al yacimiento en un improvisado campamento, convertido a estas alturas en una verdadera ciudadela con vida propia.
Allí han llegado todo tipo de manifestaciones de apoyo, desde payasos para entretener a los hijos de los mineros hasta pescado frito que todos los días envían los pescadores del vecino balneario de Caldera. También el excéntrico millonario minero Leonardo Farkas llegó hasta la mina y donó a cada una de las familias un cheque por USD 10 000, mientras que una fábrica se chocolates repartió unos 100 kilos de la golosina.
En las redes sociales se multiplican los mensajes de esperanza y alegría por el hallazgo con vida de los mineros, con posteos que alcanzaron también a celebridades como Alejandro Sanz o el futbolista argentino Sergio Aguero.
El ministro de Salud chileno Jaime Mañalich informó ayer que los mineros sufren deshidratación y han bajado mucho de peso, pero su condición médica sigue siendo “razonable”.
Los trabajadores habrían perdido entre ocho y 10 kilos cada uno durante los 17 días en que estuvieron alimentándose de forma deficiente antes de ser contactados el domingo.