En el rectángulo grisáceo que es la Plaza Bolívar, Candelaria Vergara contempla el retrato de su esposo Pedro Julio Movilla Galarcio. La fotografía del dirigente sindical y barrial se ubica en la última fila de la improvisada galería de personas desaparecidas en que, como el miércoles 31 de agosto, se convierte la céntrica plaza de Bogotá.Candelaria vino para recordar a su esposo, de quien no tiene rastros desde el 13 de mayo de 1993, en el marco de una jornada en memoria de los desaparecidos. “Era un combativo dirigente, por eso lo desaparecieron. No recuperamos nada de él. Se hizo la denuncia ante la Procuraduría y la Fiscalía, pero el proceso que se sigue no avanza. Es otro caso de impunidad”.
“Que nos digan qué ha pasado con las personas desaparecidas y que castiguen a los responsables” es la exigencia que plantea Marina Palacio, de 60 años y quien arribó desde Zarzal Valle. Reclama por el caso de su hijo John Jairo Castañeda Palacio, cuyo paradero se ignora desde el 8 de noviembre del 2001. Entonces tenía 26 años. “Iba en un carro y lo desaparecieron”, explica.
A su lado está Carmelo Antonio Cabrera Arana, de 57 años. El campesino de pequeños ojos verdes y rostro quemado por el sol igualmente es de Zarzal Valle. ‘Perdió’ a su hijo Néstor Raúl, el 8 de noviembre del 2008. “Solo quiero saber qué pasó con el muchacho”, reclama.
“Que por lo menos nos entreguen los huesos” es, en cambio, el reclamo de Ana Isabel Fierro. La mujer de 60 años y residente en Bogotá ignora la suerte corrida por su hijo José Origerio Díaz Fierro. Este no aparece desde el 30 de septiembre de 1993.
Al igual que ellos, miles de personas más están en el centro de una de las heridas que abrió el conflicto interno que azota a Colombia desde los años sesenta.
¿Cuántas son las personas de las cuales no se tiene rastro en este país? Gloria Luz Gómez, coordinadora general de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, se atreve a hablar de casi 50 000 casos.
La representante de la organización humanitaria también señala que el plantón en la Plaza Bolívar apunta a presionar al gobierno de Juan Manuel Santos para que suscriba la Convención Internacional de Protección de todas las personas contra las desapariciones. Este instrumento fue aprobado en el 2006 por la Asamblea General de la ONU y Bogotá lo suscribió en el 2007. Pero aún se requiere de una ley para ratificarlo.
¿Y qué se hace desde el Estado? El ministro colombiano del Interior (Gobierno) y Justicia, Germán Vargas Lleras, reiteró esta semana que la denominada ley de víctimas, será una de las prioridades del Presidente.