El Estado venezolano se convirtió ayer en accionista minoritario de la televisión privada Globovisión, muy crítica con el gobierno de Hugo Chávez, con una participación del 20%, que no le dará la facultad de elegir directivos ni intervenir en su gestión.
Según una decisión publicada el lunes por la noche, la Superintendencia de Bancos (Sudeban) liquidó la sociedad Sindicato Ávila, que es accionista de Corpomedios GV Inversiones, firma que tiene la concesión de Globovisión, lo cual convierte al Estado en accionista del medio de comunicación.
Sindicato Ávila, intervenida por el Estado desde julio, pertenece al también liquidado Banco Federal, presidido por Nelson Mezerhane, acusado de supuesto fraude y prófugo de la justicia, al que se le han confiscado numerosas propiedades en Venezuela. “Sindicato Ávila, C.A. posee únicamente 20% de las acciones de Corpomedios, porcentaje que no le da facultad para designar a miembros de la Junta Directiva de la empresa ni de afectar la gestión de la misma”, señaló ayer Globovisión.
Además, Globovisión recordó que decisiones como la elección de los miembros de la Junta Directiva son tomadas con el voto favorable del 65% del capital social. Corpomedios GV Inversiones también es propiedad de Guillermo Zuloaga, presidente de esta televisión, actualmente prófugo de la justicia, del ex director de la cadena, Alberto Ravell, y de otra empresa privada.
La entrada del Estado en el grupo de accionistas de este medio de comunicación privado es algo más que simbólico. Globovisión tiene varios procesos abiertos desde hace años y ha sido amenazada de cierre en varias ocasiones por Chávez, quien les acusa de ser “terroristas mediáticos”.
Los empleados y representantes de la televisora Globovisión exigieron ayer una aclaratoria sobre el alcance de la toma del 20% de las acciones.