Nepal despertó con una de las mayores tragedias de los últimos tiempos en el Everest, el pico más alto de la tierra, cuando un alud de nieve se abalanzó ayer sobre 50 sherpas, guías que preparaban el terreno para el arribo de expediciones, y provocó la muerte de al menos 13 de ellos.
Otros tres más quedaron gravemente heridos y cuatro están desaparecidos tras un alud producido a unos 6 200 metros de altura, entre el campamento base I y el base II, a las 07:00 hora local (01:15 GMT).
Los guías, la mayoría sherpas nepalíes, estaban en descenso hacia la base II cuando los sorprendió el desprendimiento, dijo el líder del cuerpo de Montañismo, Tilak Ram Pandey.
La avalancha, la más grave que se ha registrado en los últimos ocho años, avanzó sobre la ruta más popular para alcanzar la cima del Everest.
El peor accidente previo tuvo lugar en 1996, cuando ocho personas murieron en un período de dos días durante una tormenta mientras trataban de escalar la montaña.
Elizabeth Hawley, considerada como la principal experta mundial en la escalada del Himalaya, afirmó que esta alud fue el accidente más mortífero en la historia del alpinismo en esta cumbre.
“Esta es sin lugar a dudas una de las peores catástrofes en el Everest”, dijo Hawley a la AFP .
Al momento de la tragedia los sherpas marcaban un área de ascenso llamada Icefall (cascada de hielo) por encima del campamento base, a unos 5 800 metros de altura.
Según trascendió, unos 50 hombres estaban revisando cuerdas y otros materiales para facilitar el cruce de las profundas grietas cuando un muro llamado Hombro Oeste se desplomó con enormes bloques de hielo y nieve. La zona es una de las más peligrosas para avalanchas, según los expertos.
Varios sherpas fueron encontrados con vida y rescatados por socorristas. Tres de ellos, sin embargo, resultaron gravemente heridos y fueron trasladados en helicóptero hasta el primer campamento base y luego a Katmandú. Ayer se temía por sus vidas.
Hoy continuará la tarea para encontrar a los desaparecidos, pero es difícil hallarlos con vida bajo la gruesa capa de escombros níveos, según entendidos.
La empresa Himalayan Climbing Guides de Nepal, con sede en Katmandú, confirmó que dos de sus guías se encontraban entre los muertos y que cuatro habían desaparecido.
“Cuando nuestros guías partieron del campo base no nevaba, el tiempo era fantástico”, declaró el gerente de operaciones, Bhim Paudel.
Docenas de guías de otras agencias cruzaron ese paso sin problemas antes de la alud, agregó. “Esperábamos seguirlos, no recibimos ninguna alerta”, explicó.
Todos los veranos, cientos de alpinistas de todo el mundo tratan de escalar cumbres en el Himalaya cuando las condiciones climáticas son favorables.
Este accidente pone en evidencia los enormes riesgos que corren los guías sherpas, que llevan carpas, alimentos, reparan las escaleras y colocan las cuerdas para ayudar a los alpinistas extranjeros que pagan decenas de miles de dólares para llegar a la cima.
Más de 300 personas han muerto en el Everest desde la primera ascensión con éxito de Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 1953.
El peor accidente en la historia de Nepal tuvo lugar en 1995, cuando una enorme alud cayó sobre el campamento de un grupo nipón, cerca del Everest, y mató a 42 personas.
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