El avistamiento de 122 objetos flotando en el océano Índico, donde se concentra la búsqueda, devolvió las esperanzas de hallar los restos del avión Boeing de Malaysia Airlines que desapareció el 8 de marzo con 239 personas a bordo.
Mientras sigue la carrera contra el tiempo para hallar las cajas negras e intentar esclarecer las causas del accidente, los restos a flor del agua “representan la pista más creíble que tenemos”, dijo ayer el ministro de Transportes malayo. Los últimos relevamientos fueron provistos por los satélites europeos Airbus, sobre imágenes tomadas el domingo pasado.
Son objetos de distinto tamaño, en particular, el más grande de 23 metros de largo, que podría ser una de las alas del Boeing 777-200.
Una misión multinacional, en la que participan Estados Unidos y China, compuesta de 12 aviones y varios buques rastreó ayer el área, luego de la suspensión causada por el mal tiempo.
Mientras tanto, 300 familiares de los pasajeros chinos (154) del vuelo de Malaysia Airlines presionaron ayer a una delegación malasia en Pekín para que encuentre más pruebas que corroboren que el avión realmente se estrelló. En Chicago se inició ayer una demanda de las familias de los pasajeros contra la aerolínea.