La euforia por la muerte de Osama Bin Laden, el cerebro de los ataques del 11 de septiembre, fue matizada el lunes en Occidente por el temor a represalias, y líderes mundiales y expertos en seguridad instaron a reforzar la vigilancia contra posibles atentados.
Los estadounidenses celebraron en las calles y los mercados repuntaron esperanzados de que la muerte de Bin Laden reduzca las amenazas que penden sobre parte del mundo desarrollado, pero incluso el presidente Barack Obama, de EE.UU., dijo que los ataques terroristas seguirán siendo una preocupación.
Interpol pronosticó un mayor riesgo y pidió reforzar la vigilancia en caso de que los seguidores de Bin Laden traten de vengar la muerte del hombre que se convirtió en la cara global del terror, aunque ya no tenía el control táctico de las acciones de Al Qaeda.
Miembros de foros militantes islamistas prometieron vengar la muerte de Bin Laden y el director de la CIA, Leon Panetta, dijo que Al Qaeda “seguramente” intentará alguna forma de represalia.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, elogió la operación como un golpe a la lucha contra el terrorismo, pero tanto él como el ministro de Exteriores, Alain Juppé, advirtieron que no significa la desaparición de Al Qaeda.
En Quito, el juez español Baltasar Garzón expresó su alegría por la muerte de Bin Laden.
“Que Al Qaeda cuente con un elemento menos, es una noticia excelente para todos los ciudadanos demócratas”, dijo el magistrado al margen de una conferencia anticorrupción del Parlamento Andino. Garzón opinó que “hubiese sido ideal que se sometiera a la acción de la justicia a Bin Laden”, pero que en todo caso “lo importante es continuar” en el propósito de juzgar a sus cómplices.
Así cayó Bin Landen
Las fuerzas estadounidenses hallaron al líder de Al Qaeda, no en una cueva de las montañas de la frontera de Afganistán, sino con su esposa más joven en una lujosa residencia de una zona turística, cerca de una hora en vehículo de Islamabad.
Un pequeño equipo de Estados Unidos dirigió una incursión en helicóptero en el lugar el domingo por la tarde, afirmaron funcionarios en Washington. Después de 40 minutos de enfrentamiento, murieron Bin Laden y un hijo adulto, además de una mujer no identificada y dos hombres.
Las fuerzas estadounidenses llegaron al edificio de tres pisos con aspecto de fortaleza tras rastrear por más de cuatro años a uno de los emisarios de más confianza de Bin Laden, que según agentes estadounidenses fue identificado por hombres capturados tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, en Nueva York.
“Los detenidos también identificaron a este hombre como uno de los pocos emisarios de Al Qaeda en quien confiaba Bin Laden. Indicaron que podría estar viviendo o estar protegido por Bin Laden”, dijo un alto funcionario del Gobierno. Bin Laden fue finalmente encontrado -más de nueve años y medio después de los atentados de 2001 contra Estados Unidos- luego que las autoridades descubrieran en agosto de 2010 que el emisario vivía con su hermano y sus familias en un edificio con una seguridad inusual y extremadamente alta.
La vivienda está en Abbottabad, una localidad a unos 60 kilómetros al norte de Islamabad, relativamente acomodada y donde viven muchos miembros retirados del Ejército pakistaní. No tenía nada que ver con la idea popular de que Bin Laden estaba escondido en alguna cueva de montaña en la escabrosa e inaccesible frontera entre Afganistán y Pakistán, una imagen a menudo evocada por líderes como el ex presidente George W. Bush.
El edificio, de unas ocho veces el tamaño de otras casas cercanas, se elevaba sobre una gran parcela que estaba relativamente aislada cuando se construyó en 2005. Cuando se levantó, estaba en las afueras del centro de Abbottabad, al final de una sucia carretera, pero en los seis años que pasaron desde entonces se han construido otras viviendas.
Muros con alambres
Las intensas medidas de seguridad incluían muros exteriores de 3,6 a 5,5 metros coronados con alambradas y muros internos que dividían zonas diferentes del recinto. Dos puertas de seguridad restringían el acceso, y sus residentes quemaban su basura, en lugar de dejarla para ser recogida, como hacían sus vecinos.
Pocas ventanas de la vivienda de tres pisos daban al exterior, y una terraza tenía un muro de 2,1 metros. “También es digno de destacar que la propiedad está valorada en aproximadamente un millón de dólares, pero no tiene teléfono o servicio de Internet”, contó un funcionario del Gobierno.
Abbottabad es una zona popular para pasar el verano, situada en un valle rodeado de verdes colinas cerca de la Cachemira pakistaní. Rebeldes islámicos, sobre todo los que luchaban en la Cachemira controlada por India, solían tener campos de entrenamiento cerca de la ciudad.
Un análisis de ADN permitió confirmar “prácticamente en un 100%” la muerte de Bin Laden, cuyo cuerpo fue lanzado al mar ayer tras una ceremonia religiosa a bordo de un portaaviones estadounidenses, anunciaron altos funcionarios de EE.UU.
“Se dispuso del cuerpo de Bin Laden en estricto cumplimiento de los preceptos islámicas”, dijo John Brennan, de la Casa Blanca.
Las reacciones
Tras la muerte de Osama Bin Laden, Al Qaeda, la organización terrorista que fundó en 1988, cuenta todavía con varios líderes que podrían protagonizar ahora un papel importante y aspirar a su sucesión.
Entre las diez personas más buscadas, según los servicios de inteligencia, están el médico de 60 años Ayman al Zawahiri, brazo derecho de Bin Laden y cofundador de Al Qaeda.
Saif al Adel, este egipcio de 50 años, también salido de las filas de Yihad Islámica, es el presunto jefe del brazo militar de Al Qaeda.
El secretario de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que la muerte de Bin Laden marca un punto de inflexión en la lucha global contra el terrorismo. “Los crímenes de Al Qaeda afectaron a la mayor parte de los continentes y causaron la tragedia y la pérdida de vidas de miles de hombres y mujeres”.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, dijo ayer que no celebra la muerte de Osama Bin Laden y señaló que la reacción de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre ha sido “desproporcionada”.
“Si Estados Unidos ha logrado matar a Bin Laden, que ellos lo festejen; yo no festejo la muerte de nadie”, dijo Patiño, aunque rechazó el atentado del 2001.
Ayer se difundieron imágenes de la habitación donde murió el líder terrorista