Una muestra en la Bernauer Strasse refleja la crueldad del muro de Berlín

Una mujer coloca flores en parte del muro de Berlín que se mantiene en el Bernauer Strasse. Foto: Johannes Eisele / AFP

Una mujer coloca flores en parte del muro de Berlín que se mantiene en el Bernauer Strasse. Foto: Johannes Eisele / AFP

Una mujer coloca flores en parte del muro de Berlín que se mantiene en el Bernauer Strasse. Foto: Johannes Eisele / AFP

El centro de documentación de la Bernauer Strasse de Berlín, la más representativa entre las calles que quedaron partidas por el muro, presentó hoy, 5 de noviembre, su nueva exposición permanente, reflejo de la crueldad de los 28 años de división alemana por la llamada "franja de la muerte".

La muestra, que inaugurará oficialmente la canciller Angela Merkel el domingo, coincidiendo con el 25 aniversario de la caída de esa división, ocupa un total de 400 metros cuadrados de ese centro, construido junto a uno de los tramos aún en pie del muro.

"Ocupa prácticamente el doble de espacio que la exposición que manteníamos desde 2001, el año inaugural del centro en la Bernauer Strasse, y responde al intento de plasmar con más exactitud lo que fue la vida diaria de los berlineses", indicó el director de la Fundación del Muro de Berlín, Axel Klausmeier.

En la ampliación se han invertido tres millones de euros, entre los destinados a presentar nuevos materiales documentales, en distintos formatos, como a la extensión de la superficie expositora y adecuación del recinto.

La muestra documenta tanto la historia del muro y el entorno político de la Guerra Fría como su impacto en la vida diaria de ciudadanos corrientes, como Werner Koch, quien protagonizó varios intentos fracasados de pasar al lado occidental.

"Decidí escapar en cuanto entendí la enorme trascendencia de la división y la monstruosidad del régimen comunista, empeñado en dominar nuestra esfera privada", explicó Koch, en la presentación ante los medios de la muestra.

Ya en 1962 intentó fugarse, a través de la embajada sueca en Varsovia, pero fue detenido, a lo que siguió una segunda tentativa mediante uno de los túneles trazados con ese fin, pero igualmente fracasó y fue condenado a 21 meses de cárcel.

Su caso forma parte de las experiencias documentadas en la Benauer Strasse, donde se encuentra el museo "oficial" de la división ciudadana, que de los 60 000 visitantes que recibió en el primer año pasó a los 450 000 registrados en 2013.

Dicha calle fue escenario de escenas de gran dramatismo, tanto el mismo día de la construcción del muro, el 13 de agosto de 1961, como en los meses posteriores, mientras se reforzaba lo que se conoció como franja de la muerte.

Esa mañana, un domingo, la Bernauer Strasse amaneció atravesada por alambradas, mientras empezaban los preparativos para demoler una veintena de sus edificios de viviendas por quedar en medio del trazado del muro.

Unos meses después se empezó a tapiar las puertas y ventanas de otros bloques, que algunos ciudadanos del este utilizaron para pasar al oeste, a lo que reaccionaron varios de los vecinos saltando al vacío mientras los obreros completaban esa operación, por entender que se taponaba también esa vía de huida.

El centro de documentación está erigido junto a uno de los tramos de muro que siguen en pie en la ciudad, convertido ahora en monumento a las víctimas de la traumática división.

Su sobrio diseño lo diferencia del museo privado de Checkpoint Charlie, en el antiguo control fronterizo entre el este y el sector estadounidense, con perfiles de parque temático oficioso del muro y uno de los puntos más visitados por los turistas que visitan la capital alemana.

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