3 muertos con lanzas taromenane
Redacción Judicial
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Tatiana aún estaba consciente cuando ingresó al hospital militar de la Brigada de Selva 19 ‘Napo’, en Francisco de Orellana. Corrían las 16:00 del lunes último.
La voz de su padre Marco Duche se escuchaba entrecortada al otro lado de la línea telefónico. Su hija, apenas tenía 11 años y fue atacada por desconocidos, en la comunidad Los Reyes, cerca de la plataforma del pozo Hormiguero 2, en el Bloque 17.
La normativa vigente
La Comisión Legislativa incluyó en la última reforma al Código de Penal, varias normas sobre el derecho de los pueblos al aislamiento voluntario.
En la misma reforma se estableció de tres a seis años de arresto a quien irrespete la autodeterminación de un grupo étnico, racial y religioso o su voluntad de permanecer en aislamiento voluntario.
El Ministerio de Gobierno conoció ayer el incidente, pero no recibió un informe escrito. Hoy se espera que anuncie las medidas que adoptará.
El Estado no conoce con exactitud cuántos integrantes de los pueblos no contactados subsisten en la Amazonia.
El sitio está a 80 km de Francisco de Orellana. A las 11: 00 del lunes, Tatiana caminaba con su madre y sus tres hermanos hacia la escuela. Iban a matricularse para el nuevo año lectivo.
De pronto, en medio del camino, aparecieron hombres y mujeres desnudos con grandes lanzas. La niña se asustó y trató de escapar, pero fue alcanzada por tres lanzas. Se precipitó al piso y desde ahí -cuenta el padre- observó cómo asesinaban a su madre clavándole, 10 lanzas, y al mayor de sus hermanos, que tenía 16 años.
La niña dijo que su hermano de seis meses de nacido fue secuestrado y el otro, de siete años, alcanzó a correr en busca de ayuda.
Al enterarse de la tragedia, un médico de la petrolera Andes Petroleum, que opera en la zona, acudió al sitio y encontró a la niña aún con vida. La trasladó al hospital militar de Francisco de Orellana y allí fue intervenida. La operación duró dos horas, pero los médicos no pudieron salvarla.
Su padre dice que Tatiana murió porque hubo el derrame de una arteria cercana al hígado. “Cuando salió de la operación nos dijeron que aún salvándola, no hubiera podido caminar, porque una lanza atravesó su columna”.
Duche habla y su dolor se denota. Asegura que durante el velatorio de su esposa e hijos, pidió a las autoridades policiales ubicar a su hijo raptado y a los responsables.
La Policía de Francisco de Orellana inició un operativo para encontrar al infante cerca de la zona, pero hasta ayer no hubo resultados positivos. Tampoco tenía indicios de los culpables.
Eduardo Pichilingue, coordinador del proyecto de protección del Parque Nacional Yasuní, cree que los culpables podrían ser personas de los pueblos no contactados. “Las lanzas al parecer son de los taromenane... Tienen en las puntas dientes afilados, que evitan que la lanza salga del cuerpo.
Además, el ataque se dio en una zona en donde se ha registrado la presencia de esta tribu.
En el velatorio de la niña, los pobladores de Los Reyes hablaron de otra posibilidad. Recordaron un conflicto con los huaorani, quienes también se asienta en la zona. Pichilingue sostiene que era por disputas territoriales.
Ayer, integrantes del Proyecto Pueblos Ancestrales, que trabajan con las comunidades, viajaron a Tobeta (huaorani), que es el sector más cerca a Los Reyes, para verificarlo. Se confirmó que hubo amenazas de muerte contra los colonos, pero no que hayan asesinado a la mujer y sus dos hijos.
Por eso, la investigadora y especialista en pueblos no contactados, Milagros Aguirre, cree que los taromenane pudieron llegar a Los Reyes, en busca de alimentos. “Cuando vieron a la mujer se sintieron amenazados y atacaron. Como ellos son nómadas cambian de lugar para abastecerse. Desde hace tiempo hemos advertido que los tagaeri y taromenane están saliendo de la zona intangible y eso genera un ambiente de peligro para los colonos”.
La Fiscalía de Francisco de Orellana se encargó del levantamiento de los cadáveres, con la Policía Judicial. En las lanzas hallaron adornos hechos con hilo nailon, fundas y en una de las lanzas un chupete amarrado. “Ellos no conocen nuestra cultura ni de fronteras. Normalmente adornan sus armas con plumas, pero también con todo lo que les parece colorido”, explica Aguirre.
Ella recordó que en enero de 2008 hubo otra muerte, vinculada a los taromenane.
En el sector de Armadillo, un maderero fue emboscado cuando talaba. Incrustaron cinco lanzas en su cuerpo.
El lugar no pertenece a la zona intangible del Parque Nacional Yasuní, al igual que Los Reyes, donde se produjo la muerte de los dos menores y su madre.
Punto de vista
Juan Ardueza/ Vicario
‘Hay que sacar a la población’
La zona donde ocurrió el ataque pertenecía, hace 35 ó 40 años, a los pueblos no contactados. Si se comprueba que fueron ellos los que mataron a esa familia se pudiera pensar que tratan de recuperar ese espacio.
Parecería que esos pueblos están tan arrinconados con la presencia de empresas petroleras, que ahora salen a los poblados. Se debería declarar esa zona como de riesgo y sacar a los colonos.
Si las autoridades tratan de ingresar a la zona intangible podrían generar otras masacres y, si las comunidades de mestizos deciden vengar la muerte de la familia, también el ambiente de violencia puede aumentar.
Desde hace varios años se ha demandado un plan para que la subsistencia de los pueblos no contactados no afecte la convivencia de las otras poblaciones, pero no se ha cumplido. Ojalá con esta coyuntura las autoridades nacionales reaccionen.