En la foto, la policía afgana en Kandahar 27 de agosto. De acuerdo con el inspector general especial de Estados Unidos para la Reconstrucción de Afganistán, la guerra en el país se ha estancado, con los talibanes el control de alrededor del 40 por ciento del país. Foto: EFE
Un atentado de los talibanes dejó al menos 13 muertos cuando un atacante suicida detonó su carga al paso de un convoy de soldados afganos en la provincia de Helmand, informó un portavoz del gobierno local.
“Un atacante suicida detonó un coche cargado de explosivos cuando el convoy del ejército nacional afgano transitaba por un pequeño mercado en el distrito de Nawa en Helmand” explicó el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak, a la AFP .
Entre los muertos hay militares y civiles, explicó el portavoz, según el cual habría al menos doce heridos.
Una fuente de un hospital cercano indicó bajo anonimato a la AFP que había como mínimo 15 muertos, y 19 heridos.
“La mayoría de los muertos pertenecen a las fuerzas afganas y la mayoría de heridos son civiles”, indicó.
Los talibanes reivindicaron el ataque mediante un mensaje WhatsApp enviado a los periodistas.
Este ataque se produce pocos días después de otro atentado en la misma provincia que dejó cinco civiles muertos y decenas de heridos, la mayoría de ellos niños.
En esa ocasión un kamikaze hizo estallar un coche lleno de explosivos en un aparcamiento cerca de la sede principal de la policía en Lashkar Gah, la capital de Helmand.
Las fuerzas de seguridad afganas, debilitadas por las bajas, las deserciones y los “soldados fantasma” (tropas que figuran como alistadas pero que no existen) , se esfuerzan por hacer retroceder a los insurgentes desde que las tropas de la OTAN, lideradas por Estados Unidos, finalizaron su misión, en diciembre de 2014.
Según la organización estadounidense SIGAR, las bajas mortales entre las fuerzas de seguridad afganas aumentaron un 35% en 2016, con 6 800 agentes policiales y soldados muertos.
Entre el 1 de enero y el 8 de mayo han muerto más de 2.500 policías y soldados afganos y los civiles también han pagado un alto precio por la creciente inseguridad.
La cifra de civiles muertos está en su cota más alta desde 2009. En la primera mitad del año, 1662 civiles murieron y más de 3.500 fueron heridos, según la ONU.
Muchos analistas han advertido que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump de enviar más tropas, revirtiendo la política de reducir progresivamente los efectivos desplazados, podría generar una ofensiva más fuerte de los insurgentes.
Esa decisión fue celebrada como “histórica” por Kabul, mientras que los talibanes prometieron seguir con la yihad “mientras quede un solo soldado estadounidense” en territorio afgano.