La Policía vigiló los exteriores de la Unidad de Flagrancia mientras los hinchas de dos equipos eran investigados por riñas. Foto: Sara Ortíz/ El Comercio
Con las manos levantadas indicaban los machetes y bates de madera. Los palos de colores que formaban las jardineras de los parterres de la av. Alonso de Ángulo (sur de Quito) también sirvieron como armas en la pelea. Los puñetes y las patadas causaron temor entre los vecinos de la Michelena, quienes recordaron la mañana de ayer la pelea de hace ocho días.
Eran las 20:30 cuando los seguidores de dos equipos de fútbol locales se enfrentaron en una gresca. “Vinieron del sector de la Concha Acústica y en el Pintado empezaron a golpearse”, dijo Rodrigo, un vecino que esa noche estaba en su casa, pero al escuchar los gritos se asomó a la ventana y vio cómo los jóvenes se golpeaban.
Los trabajadores de una panadería del sector también fueron testigos de la riña. A esa hora cerraban el negocio y en ese momento un chico entró al local e intentó esconderse.
En ese momento otros hombres entraron y le golpearon con palos en todo el cuerpo.
Según los agentes del sector, en los incidentes participaron al menos 400 jóvenes, de los cuales fueron detenidos 58 personas adultas y cuatro menores de edad. Además se registraron dos heridos, uno de ellos fue apuñalado y aún permanece hospitalizado en una casa de salud con heridas graves.
Sin embargo, esa no fue la primera riña que sucede en el sector de la Michelena. Los vecinos dicen que cada fin de semana hay personas que se agreden física o verbalmente.
Una mujer de 55 años que vive a pocas cuadras del sector dijo que en las noches y madrugadas las personas que salen de bares o discotecas utilizan los parques o las veredas para pelear.
Susana también conoce de las grescas. Ella trabaja en una farmacia desde hace cinco años y cuenta que ha visto decenas de peleas. Por ejemplo, hace tres meses vio cómo cuatro hombres en menos de 10 minutos le rompieron la cabeza a un joven que salía de un bar.
La riña habría comenzado con uno de los desconocidos, pero sus compañeros también le golpearon. Para las autoridades, este tipo de peleas callejeras son problemas frecuentes en barrios donde existen centros de diversión nocturnos.
Pero afirman que el consumo excesivo de alcohol y de drogas son otras causas de estos hechos que llegan hasta la muerte. De hecho, en la capital las muertes violentas por riñas aumentaron el año pasado.
En el 2013, la Policía reportó 38 homicidios por peleas callejeras: nueve muertes menos que en el 2014. En ese año hubo 47. Es decir, una de cada tres muertes se dio por riñas.
Estos datos muestran que las riñas son la primera causa de muertes violentas en Quito. La segunda es asalto y robo.
En este año la víctima más reciente es Cristina del Pilar.
Ella fue sepultada la tarde de ayer en el cementerio de San Diego.
La joven de 23 años y madre de tres niños fue asesinada en la madrugada del domingo, luego de recibir una puñalada en el estómago durante una pelea en el barrio El Placer Alto (centro de Quito).
Los policías del sector contaron que la mujer estaba en una fiesta familiar. La pelea se habría producido luego de horas de diversión. En ese momento con picos de botellas, piedras, palos y cuchillos empezaron agredirse. Estos objetos fueron encontrados por los agentes en el lugar del enfrentamiento.
En este mes, Cristina es la segunda víctima mortal en el Distrito Manuela Sáenz. Hace 15 días David Puruncajas también fue asesinado en medio de una pelea. El hecho ocurrió en el barrio La Colmena.
Según uno de los vecinos de la víctima y que prefirió no dar su nombre dijo que el joven de 27 años tomaba licor con un amigo. “Ellos estaban cerca de la cancha, estaban bebiendo cuando el otro llegó y le mató”.
Minutos después de la agresión a Puruncajas, agentes de la Dinased (Policía especializada en muertes violentas) detuvieron al presunto responsable del hecho. Los gendarmes indicaron que el sospechoso habría atacado al joven con un pico de botella. Primero le habría lastimado la cabeza y luego le habría cortado el cuello.
Por ahora, el hombre continúa detenido hasta que finalicen las investigaciones.
Los investigadores también han detectado riñas en el interior de las casas y otros son producidos por conflictos vecinales. Por ejemplo, en San Luis de Chillogallo, un barrio al sur de Quito, hace tres semanas los vecinos tuvieron un altercado.
Gissel Calle vive en el sector desde hace 20 años y recordó que esa tarde un vecino empezó a sacar tierra de su casa y a votar en la calle. Los otros moradores le reclamaron, pero no hizo caso. Entonces un señor se enojó y le golpeó. “Los dos se dieron de puñetes y entre todos los vecinos se gritaban y se insultaban, fue horrible, nadie podía detenerlos”.
Cuando llegó la Policía ordenaron al hombre que limpiara la calle y terminó el altercado.
Otro hecho se produjo hace un mes cuando una persona agredió a una niña y su hermano habría intentado atacarlo con un cuchillo. La Policía de la UPC que hay en el sector detuvo al agresor de la menor.
Marina, una mujer de 45 años, también tuvo una pelea con su vecina. Ella llegó con su hija a la Unidad de Flagrancia la noche del pasado miércoles. Allí, la joven informó a un fiscal que una vecina había agredido a su madre. La mujer enseñó las marcas que tenía en el rostro. “Me aruñó toda la cara”, contó.
A esa misma hora, en la Sala de Audiencias, se analizaba el caso de los 58 hinchas detenidos. Allí, los jueces informaron que una persona es indagada por intento de asesinato, mientras otros pagaron por los daños causados a los vecinos.
En contexto
El Observatorio de Seguridad Ciudadana tiene catalogadas ocho causas de muertes violentas en la capital. Hay otros tres parámetros denominados así: en investigación, sin dato y otros. En el 2014, en estos tres se incluyeron 23 casos.