Los habitantes de Pelileo salieron a las calles a pedir seguridad y justicia. Foto: Glenda Giacometti / El Comercio
Vistiendo camisetas y portando globos blancos, y carteles en las manos cientos de personas marcharon hoy, miércoles 18 de marzo del 2015, por las calles del cantón Pelileo, en Tungurahua, una provincia de la Sierra centro del Ecuador. Ellos solicitaron mayor control policial para evitar los asaltos y robos en las comunidades y caseríos.
Desde las 15:30, los manifestantes recorrieron 3 kilómetros desde el Sector El Corte (en el ingreso a Pelileo) hasta el mercado República de Argentina, en el centro de la urbe. Allí se cumplió la concentración. “No más violencia, queremos paz”, fue una de las consignas que los marchantes arengaron en todo el recorrido.
La medida se adoptó tras encontrar, el 9 de marzo del 2015, a Marilyn, de 5 años, en un saco de yute, muerta y enterrada cerca a la casa de su madre. El supuesto asesino sería su primo en segundo grado de parentesco, de 14 años de edad, quien permanece aislado para las investigaciones.
El lunes 10 de marzo del 2015, día del sepelio de la niña, dos encapuchados agredieron a uno de los familiares de la menor asesinada. Eso desató la ira de los moradores de Quinchibana Alto y de las juntas del campesinado, que con palos, piedras, azadones y machetes, buscaban a dos sospechosos por el intento de homicidio.
Más de 50 miembros de la Policía Nacional vigilaron el recorrido de la marcha. Grace C., madre de Marilyn con lágrimas, pidió a las autoridades que se sancione al asesino de su pequeña. “Solo pido justicia y que se aplique todo el rigor de la ley, no descansaré hasta que eso se cumpla”.
El crimen de Marilyn causó revuelo en Pelileo y la provincia de Tungurahua, pues el cuerpo de la menor se lo encontró tres días después de su desaparición. Ella permanecía enterrada en un hueco de 50 centímetros de profundidad.
En la búsqueda participaron más de 300 personas. En el grupo también estuvo el supuesto victimario.
Gabriel Moreno, presidente de la Federación de Juntas del Campesinado de Pelileo, cuenta que una de las medidas para evitar más casos delincuenciales es la realización de una campaña de difusión, que se realiza en cada uno de los sectores. “La idea es evitar violencia doméstica y familiar, esta debe ser denunciada”.
Menciona que el trabajo de los juntas se desarrolla con el apoyo de la Policía y de la Fiscalía para que sean sancionados los hechos reñidos con la ley. El objetivo es trabajar por la paz. Por eso, las rondas se ampliaron en las comunidades y caseríos.
Estas se inician a las 21:00 hasta las 05:00. El trabajo lo realizan más de 50 organizaciones, que agrupan a 10 000 personas.
Luis Velasco, presidente del Comité de Defensa y Seguridad del caserío Ladrillo, fue uno de los participantes de la protesta.
Cuenta que el caso de la niña fue el detonante de la protesta, porque en los últimos seis meses se produjeron varios robos de animales menores. Por eso reforzaron las rondas nocturnas. “Eso impide que haya robos de animales como ocurre en otros sectores. Estamos vigilantes además para que no ocurra nada con nuestros hijos”.
El alcalde de Pelileo, Manuel Caizabanda, dice que seguirá aportando con equipamiento para la seguridad del cantón. En los próximos días analizaran si se colocan más cámaras de video en sitios estratégicos como los del Sistema de Seguridad ECU 911. Asimismo, se equipó a las juntas del campesinado con 50 radios handy. “Estamos trabajado para mejorar la seguridad”.