Mijáil Ignatiev, que gobernaba la región de Chuvashia desde 2010, fue destituido a principios del 2020, debido a una broma de mal gusto. Foto: archivo / AFP
Un exdirigente regional ruso que había llevado ante la justicia al presidente Vladimir Putin para protestar contra su destitución, murió por covid-19, informaron este viernes 19 de junio del 2020 autoridades regionales rusas.
Mijaíl Ignatiev, exdirigente de la región de Chuvashia, situada a 700 km de Moscú, denunció el 20 de mayo ante el Tribunal Supremo el decreto de Putin sobre su destitución.
Poco después, la prensa rusa informó de que había sido hospitalizado por una neumonía grave por coronavirus. El viernes 19 de junio, las autoridades de Chuvashia comunicaron que el político, de 58 años, había fallecido.
Ignatiev, que gobernaba la región desde 2010, fue destituido a principios de año, debido a una broma de mal gusto. Durante una ceremonia oficial, el responsable sostuvo en el aire las llaves de un nuevo camión y un bombero tuvo que saltar para hacerse con ellas.
La escena fue filmada y publicada en las redes sociales y escandalizó a los rusos.
Tras días de polémica Putin, que tiene el derecho de destituir a responsables regionales, decidió que Ignatiev debía dejar el cargo porque había “perdido su confianza”.
Su denuncia fue un hecho inédito desde la llegada al poder de Putin en el año 2000, según la prensa rusa.