En el Centro Histórico de Quito no había afluencia de gentes este viernes 9 de octubre del 2020, primer día de feriado por la Independencia de Guayaquil. Foto: Andrea Rodríguez/ EL COMERCIO
Pocos fueron los sitios en Quito donde había concurrencia de personas. La mañana de este viernes 9 de octubre del 2020, las calles de la capital ecuatoriana lucían semivacías.
En el norte, en el parque La Carolina, Tania Pérez paseaba a su mascota y aprovechó para realizar un poco de ejercicio. Comentó que, aunque el parque estaba casi vacío, se sentía segura porque había vigilancia policial.
En las canchas del lugar, un grupo de basquetbolistas trataba de jugar con la mascarilla puesta. Era notorio que respiraban con dificultad, pero igual se daban modos para mantenerse activos. Sin embargo, esas actividades no están oficialmente permitidas aún.
El Municipio recordó que las áreas de juegos infantiles, gimnasia, crossfit y canchas de fútbol, básquet y vóley están restringidas.
Se pide a los usuarios de los parques el uso correcto y obligatorio de la mascarilla, mantener la distancia de dos metros y desinfectarse permanente las manos con alcohol o gel.
Al oriente del parque, en la avenida de Los Shyris, los bares y restaurantes estaban cerrados, hasta antes del mediodía. No pasaba lo mismo en la cercana avenida República de El Salvador, en donde los locales de comida y cafeterías ya atendían. Lucían con una ocupación de un 30% de su aforo.
En este sector, un grupo de músicos venezolanos deleitaba con algunos temas al público que pasaba por el lugar. Gloria Acosta, acompañada de su esposo, los escuchaba con atención. Dijo que prefirieron quedarse en la ciudad y dar una vuelta para evitar la congestión de vehículos en las carreteras. Iban en busca de un ceviche en un restaurante de comida manabita ubicado en esta zona. Al llegar tuvieron dificultad para encontrar estacionamiento, pero con paciencia lo consiguieron.
En el parque El Ejido había poca circulación de personas este viernes 9 de octubre. Foto: Andrea Rodríguez/ EL COMERCIO
En el sector de La Mariscal, no había gente. Tanto la Plaza Foch como el Mercado Artesanal estaban casi vacíos. En esta zona, no se notaba la presencia de turistas, lo contrario a lo que solía ocurrir antes de la pandemia.
En el lado norte del parque El Ejido, los vendedores de pinturas artísticas trataban de atraer con sus obras a los escasos transeúntes. Eran pocos los que se acercaban a mirar su trabajo. Tampoco había deportistas ni gente paseando.
Menos presencia de personas todavía se notaba en el parque La Alameda; los dos policías asignados al lugar decían que realmente la gente salió de la ciudad. Ellos, en cambio, cumplían con su obligación de vigilar los espacios públicos durante el feriado.
En el Centro Histórico, casi no había vehículos y las personas que caminaban eran pocas. Esto se repitió en la calle Guayaquil, en la Plaza del Teatro, en la Olmedo, en la Plaza Grande.
No pasaba lo mismo en el sector de El Tejar, alrededor de los Centros Comerciales del Ahorro, donde sí había congestión vehicular, vendedores y compradores. Todos los locales de este sector estaban abiertos.
Rosa Caiza vendía sus edredones en la vereda y comentaba que no tenía otra opción que trabajar en el feriado para recuperar todo lo perdido durante la pandemia.