Carlos Cordero Carrafa. Politólogo y catedrático boliviano
Redacción Mundo
¿Qué explica el ‘fenómeno político’ Evo Morales y el elevado apoyo que tiene?
Hay una acumulación de insatisfacciones que vienen desde décadas atrás, un Estado pobre, condiciones socioestructurales muy difíciles. Todos estos factores se han combinado. Además, está la acumulación de la riqueza en pocas manos. Entonces, esa cumulación de insatisfacciones fue un escenario para que surja un liderazgo renovador. Esto se da en el marco de la democracia. Evo Morales es un converso a la democracia. Con una élite política que fue insensible, Morales encarna las políticas de inclusión social.
¿Existe un sentimiento de ‘revancha histórica’ en este proyecto político?
La Iglesia Católica subrayó este punto. El presidente Morales reaccionó e identificó a la jerarquía católica como la oposición política. Sí hay un componente de ‘revancha política’.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Es analista político, investigador social y catedrático universitario. Tiene una maestría en Ciencias Políticas. Es, además, articulista de opinión del diario paceño La Prensa.
Su punto de vista. Existe una especie de viento a favor para el proyecto político de Evo Morales en Bolivia.
¿Qué se viene en Bolivia luego del arrollador triunfo del presidente Evo Morales y del Movimiento Al Socialismo (MAS)?
Se viene una nueva campaña electoral por la designación de nueve gobernadores y la conformación de nueve asambleas legislativas departamentales, cuya integración en el país es inédita. También, la recomposición de 334 municipios. Lo que se prevé es que el Gobierno (del presidente Evo Morales) va a buscar controlar la mayoría de estos espacios de poder. Se prevén, además, procesos de recomposición estatal complejos que pueden elevar los niveles de conflictividad.
¿Cabe esperar un acelerado proceso hacia el socialismo a la boliviana?
Sí, en la intencionalidad del Presidente. Y también por la influencia en la política exterior de Venezuela y porque hay una corriente de gobiernos de izquierda, que intentan construir un modelo político que pudiera ser el socialismo del siglo XXI. Pero eso no se da por decreto. Esto es una construcción y requiere, por un lado, el consentimiento de los ciudadanos o la imposición por la vía revolucionaria. El Gobierno ha elegido la vía democrática y eso es más complejo. El socialismo estuvo muy ligado a la idea de que la violencia era la partera de la historia. Aquí la partera de la historia podrían ser el voto, los procesos electorales… Pero aquí en Bolivia tenemos una base social muy afín a la idea de las libertades del mercado, que exige el reconocimiento de la propiedad privada.
¿Cree que el proyecto político de Morales tiene largo aliento, al menos por 30 años, como ha dicho el vicepresidente Álvaro García?
Daría la impresión de que la situación actual del país permite un liderazgo y un proyecto político con esas proyecciones. Existen condiciones que permiten decir que hay MAS y Evo Morales para rato. Estos cinco años de Gobierno van a ser una prueba para saber si esas proyecciones se justifican.
¿Qué tan fuerte es la intervención de Venezuela en los asuntos de Bolivia?
Se habla de más de USD 400 millones de cooperación. El Presidente y el MAS reciben dinero y apoyo para la gestión pública y la campaña. Venezuela asigna oficiales y presta helicópteros. Además, hay una comunidad ideológica con los pueblos de la Alba y una influencia vigorosa de la política exterior venezolana en Bolivia. Pero la presencia en el país de Hugo Chávez crea malestar.