Moradores de Mirasierra, valle de Los Chillos, piden la salida de night clubs que funcionan en ese sector

Los moradores de Mirasierra piden la salida de dos centros de tolerancia en su barrio. Foto: Galo Paguay /EL COMERCIO

Los moradores de Mirasierra piden la salida de dos centros de tolerancia en su barrio. Foto: Galo Paguay /EL COMERCIO

Los moradores de Mirasierra piden la salida de dos centros de tolerancia en su barrio. Foto: Galo Paguay /EL COMERCIO

Los vecinos del sector de Mirasierra, de la parroquia de Alangasí (valle de Los Chillos) en el suroriente de Quito, piden la salida de dos centros de tolerancia que funcionan en la zona.

La mañana de este viernes 21 de diciembre del 2018, un grupo de moradores se reunió para realizar un plantón pacífico y solicitar a las autoridades que intervengan en el sector, que cuenta con 6 000 habitantes y alrededor de 20 conjuntos residenciales y urbanizaciones.

Tania Jiménez
es presidenta del cabildo Mirasierra. Asegura que los centros de tolerancia funcionan allí desde hace tres años, lo cual genera inseguridad a los vecinos y a quienes caminan por allí a cualquier hora.

Los asaltos a personas, casas y robos de vehículos es permanente, dice. A su juicio, la salida de esos centros debe ser inmediata porque allí viven familias con niños y personas adultas mayores. También hay colegios y empresas. "No es un sitio alejado y esto afecta nuestras vidas".

Cuentan que desconocidos incluso ingresan a las viviendas para robar, agrediendo a los ocupantes de los inmuebles. Eduardo Almeida, vecino del sector, contó que, en agosto pasado, unos hombres vulneraron las seguridades de la casa de una pareja de adultos mayores. "Se robaron las cosas de valor y golpearon en la cabeza de uno de los propietarios". Por eso, piden que se intervenga en la zona.

Asimismo, solicitan que se realice una investigación a profundidad de los vehículos que circulan por allí. Aseguran que desconocidos se movilizan en motocicletas sin placas, lo cual genera temor. Lo mismo ocurre con automóviles sospechosos.

A las 18:00 -precisa Jiménez- caminar por la avenida Ilaló es muy peligroso. También hay la presencia de libadores, quienes se instalan en la vía pública principalmente los viernes y sábados para consumir licor.

Los vecinos incluso han levantado cifras del número de delitos que se han registrado allí en cuatro meses, desde agosto hasta diciembre del 2018. Hubo 9 asaltos y un robo en cajero automático. Además dos atracos en residencias, dos intentos de asalto a peatones. También hubo ingresos sin autorización a urbanizaciones.

Eric Andrade asegura que el cabildo de moradores está organizado, pues los sectores de Mirasierra Alta y Baja han sido afectados. "Existe vulneración de derechos e integridad, las casas de tolerancia no pueden ubicarse en una zona residencial".

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