Redacción Esmeraldas
Cavando en la arena, para colocar cañas guadúas y formar un muro de contención, así los moradores del balneario Mompiche intentan protegerse de los aguajes que desde el lunes azotan a esta zona de Muisne, en Esmeraldas.
“Es una medida provisional”, asegura Sandra Tierra, propietaria de un restaurante que fue destruido por la furia del agua.
Otros 20 locales del sector también quedaron afectados. Todos saben que aunque no es una solución definitiva, ayudará a disminuir la fuerza de las olas.
Al frente de su vivienda, Éver Solórzano colocaba sacos llenos de arena, sostenidos con un cerramiento de tablas. “Hay que buscar la forma de reducir el impacto de los oleajes. Estamos en riesgo”.
Él asegura que ha invertido USD 2 000 en la adquisición de materiales y en la contratación de trabajadores. “Eran mis ahorros de 12 años, pero es más importante proteger a mi familia”.
Es la segunda ocasión, en este año, que los vecinos de Mompiche soportan los efectos del crecimiento de las olas.
Para Juan Ortega, propietario de un restaurante, la solución no es desconocida. “Las autoridades deben invertir en la construcción de un muro de contención”.
Los alcaldes de la provincia entregaron ayer a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos un proyecto para la rehabilitación de las vías urbano marginales de este cantón. El fin es acelerar el desembolso de USD 6 000 000 que ofreció el Gobierno central para afrontar la emergencia.
La prefecta Lucía Sosa aseguró que ese dinero no es suficiente para atender a las poblaciones afectadas. “Se requieren, mínimo, USD 50 millones”.
En el pliego de obras prioritarias no consta la construcción del muro en Mompiche. A este recinto, el Municipio de Muisne lo asiste con maquinaria para excavar arena y colocar las cañas.
Hasta ayer, dos construcciones rudimentarias fueron destruidas. Los turistas dejaron de llegar al balneario. Solórzano está preocupado por la caída de las ventas.